Por: Marco A. Mares
El presunto fraude, cuantificado hasta ahora en 13,000 millones de pesos y frustrado por el gobierno, en la primera compra consolidada de medicamentos en el gobierno de Claudia Sheinbaum, podría ascender a una cantidad superior y habrían estado confabulados varios laboratorios y funcionarios (separados ya de sus cargos) de Birmex, la empresa gubernamental que convocó y realizó la licitación.
La investigación que inició y está en curso por parte de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, encabezada por Raquel Buenrostro, podría extenderse a dos o tres meses, antes de identificar a los responsables, en la entidad organizadora de la compra histórica, y la participación de los laboratorios.
Por lo pronto, hay tres líneas de investigación: 1.- sobre las reglas de la licitación; 2.- la probable confabulación para realizar la trampa, con la que se pretendió vender, a sobrecosto el lote de 165 medicamentos y que finalmente fue evitado por el propio gobierno. Y, 3.- la probable maniobra de algún o algunos funcionarios para permitir la participación de un laboratorio, sin el registro sanitario correspondiente.
Esta última es una falta mayor, porque pone en riesgo la vida de los pacientes.
En días pasados la resolución de la Secretaría Anticorrupción es que se declare nula la licitación pública internacional para la compra de medicamentos y dispositivos médicos y se abrió un plazo de 21 días para que Birmex la reponga.
En un documento de 190 páginas, la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno detalló las irregularidades detectadas, que van desde inconsistencias en las evaluaciones técnicas, jurídicas y económicas, hasta posibles adjudicaciones por sobreprecio, omisiones en la revisión de documentos y fallas en la plataforma tecnológica usada para presentar propuestas.
La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno optó por anular todo el proceso licitatorio porque estuvo mal el procedimiento, desde el inicio.
A partir de esa resolución, la Secretaría de Salud ha garantizado que no habrá desabasto.
Por su parte, la industria farmacéutica ha señalado que ha venido entregando pedidos importantes que ha solicitado la Secretaría de Salud.
Y la Secretaría Anticorrupción ha señalado que se trazaron diferentes escenarios para calcular los tiempos que llevarán la investigación y el señalamiento de los responsables y se previó la solicitud de los medicamentos necesarios.
Hay alrededor de 5,000 contratos en juego. La Secretaría Anticorrupción, ha garantizado que aquellos pedidos adjudicados tienen garantía jurídica y serán recibidos y pagados por el gobierno.
En tanto se realiza la investigación, se decidió separar de sus cargos al director de Birmex, Iván Jesús Olmos, a la directora administrativa, el director de logística, el director de planeación y otros funcionarios.
Nadie es culpable, hasta que no se demuestre lo contrario. La investigación respeta la presunción de inocencia de los involucrados y en caso de que resulten señalados, tendrán la garantía de ser escuchados y presentar los argumentos y pruebas en su defensa.
Para el gobierno mexicano, tanto en la secretaría de Salud, el subsecretario Eduardo Clark, como en la secretaría Anticorrupción, de Buenrostro, están convencidos de que es muy importante dejar claro que no se permitirán actos de corrupción en las compras de medicamentos.
Identificar y evitar a tiempo el fraude, es considerado positivo en el gobierno. Deslindar responsabilidad y aplicar la ley, servirá como un caso ejemplar para disuadir, en el futuro, acciones irregulares e ilegales, aseguran.
Lo cierto es que la iniciativa privada, los laboratorios farmacéuticos, jugaron un papel fundamental. Desde el principio señalaron irregularidades en el proceso.
Su denuncia fue fundamental para evitar el daño al erario.
Y su colaboración permanente está ayudando a transitar por el engorroso problema que implica la reposición de la licitación.
La Canifarma, Amiif, Amelaf y Anafam, han coadyuvado para entregar los pedidos, que buscan evitar el desabasto, y para llevar adelante la renovación de la compra consolidada.
La secretaría Anticorrupción que encabeza Raquel Buenrostro, tiene en sus manos, “una papa caliente” que, de resolverlo eficazmente, fortalecerá la confianza y credibilidad del gobierno en el sector salud. Al tiempo.