Algunos de los peores incendios forestales de Siria en años fueron controlados, según la Defensa Civil y el Ministerio de Gestión de Emergencias y Desastres, tras días de arduos combates en la zona boscosa de la provincia costera de Latakia.

Los incendios, que comenzaron hace 10 días y arrasaron la densa zona boscosa de varias cordilleras, fueron avivados por fuertes vientos, el calor abrasador del verano y las municiones sin detonar que quedaron de los 13 años de guerra civil del país.

Los bomberos se enfrentaron a condiciones peligrosas con el apoyo de equipos aéreos y unidades de ingeniería que trabajaban para abrir cortafuegos en el denso terreno.

La Defensa Civil indicó que la propagación del incendio se detuvo, gracias a los intensos esfuerzos de los equipos de extinción de incendios, helicópteros y planeadores. Los equipos permanecen en tierra realizando operaciones de enfriamiento y monitoreando la zona para prevenir nuevos brotes, agregó.

Más de 15,000 hectáreas de bosque fueron quemadas, según Abed al-Kafi Kayal, líder del equipo de defensa civil. “No hay heridos entre los residentes”, declaró. “Algunos bomberos resultaron heridos, principalmente por resbalones, las condiciones de la carretera o la intensidad de las llamas”.

Helicópteros de extinción de incendios sobrevolaron las colinas el sábado, vertiendo agua sobre los puntos calientes mientras los equipos de tierra trabajaban para contener los brotes. Entre los pilotos se encontraban desertores que abandonaron la Fuerza Aérea Siria en 2012 durante el levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad. Ahora, algunos se han reincorporado bajo el nuevo gobierno y están contribuyendo a las labores de emergencia.

El coronel Ameen al-Ameen, quien regresó al servicio después de 14 años, dijo que su equipo ha estado volando día y noche durante 10 días consecutivos.

El comunicado de defensa civil elogió los tremendos esfuerzos de los bomberos sirios, junto con los equipos de apoyo turcos y árabes, y señaló que se estaban abriendo caminos y cortafuegos a través del bosque para ayudar a prevenir la propagación del fuego.

El ministro de Emergencias y Gestión de Desastres, Raed al-Saleh, afirmó que los esfuerzos de extinción de incendios habían alcanzado una etapa prometedora.

Las Naciones Unidas también intervinieron para apoyar la respuesta de emergencia. El Coordinador Residente y Humanitario de la ONU en Siria, Adam Abdelmoula, anunció el jueves la asignación de 625.000 dólares del Fondo Humanitario de Siria para ayudar a los afectados.

Las evaluaciones iniciales de la ONU sugieren que miles de personas han sido desplazadas, con daños significativos en tierras de cultivo, infraestructura y medios de vida en la región costera. Las agencias de la ONU afirmaron estar coordinando estrechamente con las autoridades locales y estar listas para movilizar más ayuda si es necesario.

Al-Saleh elogió la ayuda de los equipos de extinción de incendios de Turquía, Jordania, Líbano, Irak y Catar. Los incendios de verano son comunes en la región del Mediterráneo oriental, donde los expertos advierten que el cambio climático está intensificando las condiciones que los provocan.

Además, las precipitaciones inferiores a la media durante el invierno han dejado a los sirios luchando contra la escasez de agua este verano, ya que los manantiales y ríos que normalmente abastecen de agua potable a gran parte de la población se han secado.