El equipo del Chelsea se llevó la gloria en el Mundial de Clubes al vencer con autoridad 3-0 al PSG en una final que quedará en la memoria de los aficionados. El encuentro, disputado en Estados Unidos, fue un despliegue de talento y estrategia donde los ingleses demostraron por qué son los campeones. Con este triunfo, no solo se llevaron el trofeo, sino también un jugoso premio de 125 millones de dólares, el más alto del torneo.

Mientras que el PSG, a pesar de su derrota, no se fue con las manos vacías. Los parisinos aseguraron un premio de 106.9 millones de dólares, un consuelo que refleja su esfuerzo y calidad en el campo. El equipo francés mostró destellos de su potencial, pero no pudo superar la muralla defensiva del Chelsea, que estuvo impenetrable durante todo el partido.

El Real Madrid también dejó su huella en el torneo, asegurando el tercer lugar y un premio de 82.5 millones de dólares. Los merengues, conocidos por su historia y tradición ganadora, demostraron que siguen siendo un equipo de élite, aunque esta vez no lograron llegar a la final. Su participación fue un recordatorio de su capacidad para competir al más alto nivel.

Desde Sudamérica, el Fluminense sorprendió a muchos al alcanzar el cuarto lugar, llevándose 60.8 millones de dólares. El equipo brasileño, con su estilo de juego alegre y ofensivo, conquistó a los aficionados y demostró que el fútbol sudamericano sigue siendo una fuerza a tener en cuenta en el escenario mundial.

La Liga MX también tuvo representación con los Rayados de Monterrey y los Tuzos del Pachuca. Aunque no llegaron a las etapas finales, ambos equipos se llevaron premios significativos, con Monterrey ganando 21.1 millones de dólares y Pachuca 9.6 millones. Estos premios son un impulso para el fútbol mexicano, que busca consolidarse en el panorama internacional.

El torneo no solo fue un escaparate de talento, sino también una oportunidad para que los clubes de todo el mundo se midieran en igualdad de condiciones. Equipos como el Bayern Múnich y el Manchester City también se llevaron premios considerables, 58.2 y 51.7 millones de dólares respectivamente, reflejando su estatus como potencias del fútbol europeo.