Un tranvía eléctrico, uno de los símbolos de Lisboa y un gran atractivo turístico, descarriló dejando 15 muertos y 18 heridos, según informaron los servicios de emergencia.

Cinco de los heridos se encuentran en estado grave, y un niño se encuentra entre ellos, informó el Instituto Nacional de Emergencias Médicas en un comunicado. Se desconoce el número de heridos, que son extranjeros.

Las autoridades lo calificaron de accidente, el peor en la historia reciente de la ciudad.

El tranvía amarillo y blanco, que sube y baja una empinada colina del centro junto con otro que va en sentido contrario, quedó volcado sobre la estrecha calle por la que circula, según mostraron los canales de televisión portugueses.

Sus laterales y la parte superior estaban parcialmente deformados, y parecía haberse estrellado contra un edificio en una curva de la calle. Varias docenas de socorristas acudieron al lugar, pero la mayoría se retiró después de unas dos horas. Testigos presenciales informaron a medios locales que el tranvía se desplomó colina abajo, aparentemente fuera de control.

El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, declaró a la prensa en el lugar que la ciudad estaba de luto. “Este fue un accidente trágico… Es una tragedia sin precedentes”. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa ofreció sus condolencias a las familias afectadas.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también envió sus condolencias. “Con tristeza me enteré del descarrilamiento del famoso Elevador da Gloria”, escribió en portugués en X.

La causa del accidente se desconoce de inmediato. Según se informa, ocurrió al comienzo de la hora punta de la tarde.

Una vez finalizada la operación de rescate, se iniciará una investigación sobre las causas, según informó el gobierno portugués en un comunicado.

El tranvía, conocido como Gloria, tiene capacidad para más de 40 personas, sentadas y de pie. Es un vehículo muy utilizado por los lisboetas.

El tranvía, técnicamente llamado funicular, se conoce como Elevador da Gloria. Dos tranvías circulan paralelos subiendo y bajando la colina por una carretera sinuosa y sin tráfico a lo largo de unos cientos de metros.

Lisboa recibió a unos 8,5 millones de turistas el año pasado, y el tranvía es una atracción popular. Se suelen formar largas filas de turistas para el breve trayecto.