El gobierno afirmó que las nuevas normas están autorizadas por la legislación vigente sobre sanciones.
Los miembros de bandas de tráfico de personas que envían migrantes a través del Canal de la Mancha en embarcaciones precarias se enfrentarán a sanciones financieras del Reino Unido, según las medidas anunciadas por el gobierno británico.
El Reino Unido afirmó que las nuevas facultades se dirigen a los traficantes y a quienes les suministran dinero y equipo. El secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, afirmó que las medidas constituyen el primer régimen de sanciones del mundo dirigido a las bandas involucradas en el tráfico de personas y el impulso de la migración irregular, así como a quienes las facilitan.
Quienes incumplan las normas podrán ver sus bienes en el Reino Unido embargados, se les prohibirá el uso de bancos británicos y se les prohibirá la entrada al Reino Unido. Las primeras sanciones bajo las nuevas facultades se anunciarán el miércoles, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El gobierno afirmó que las nuevas normas están autorizadas por la legislación vigente sobre sanciones. Los legisladores británicos no tendrán la oportunidad de debatirlas hasta que regresen de las vacaciones de verano en septiembre.
El gobierno laborista del primer ministro Keir Starmer se ha comprometido a frenar a las bandas criminales que envían a miles de migrantes cada año en peligrosas travesías a través de una de las rutas marítimas más transitadas del mundo. Starmer ha declarado que las bandas criminales representan una amenaza para la seguridad mundial y deben ser tratadas como redes terroristas.
Se desconoce la eficacia de las medidas, ya que las autoridades británicas solo pueden congelar los activos que se encuentran en el Reino Unido, y la mayoría de los traficantes tienen su base en otros lugares.
Las sanciones son una herramienta más en un arsenal de medidas que incluye el refuerzo de la vigilancia fronteriza en el Reino Unido y una mayor cooperación policial con Francia y otros países.
Hasta la fecha, las medidas han tenido poco impacto. Unas 37.000 personas cruzaron el canal en 2024, y más de 22.000 en lo que va de 2025, lo que supone un aumento de aproximadamente el 50 % con respecto al mismo período del año anterior. Decenas de personas han muerto intentando la travesía.
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