Al menos 12 guardabosques murieron después de que hombres armados atacaran una comunidad en la región centro-norte de Nigeria, informó la policía local.

Ningún grupo se ha atribuido de inmediato la responsabilidad de los asesinatos ocurridos en Oke-Ode, una comunidad en el estado de Kwara, según declaró el portavoz policial Adetoun Ejire-Adeyemi.

Estos ataques son comunes en la región norte de Nigeria, donde pastores y agricultores locales suelen enfrentarse por el acceso limitado a la tierra y al agua. Los agricultores acusan a los pastores, en su mayoría de origen fulani, de pastorear su ganado en sus granjas y destruir sus productos.

Los pastores insisten en que las tierras son rutas de pastoreo que fueron legalmente aprobadas en 1965, cinco años después de la independencia del país.

Los cuerpos de los 12 guardabosques fueron encontrados por un equipo de policías y miembros del Servicio Nacional de Seguridad Forestal.

“Las víctimas sufrieron múltiples heridas de bala”, declaró Ejire-Adeyemi, añadiendo que cuatro supervivientes están siendo atendidos en el hospital.

AbdulRahman AbdulRazaq, gobernador de Kwara, instó al ejército a reprimir a los criminales implicados en los ataques en algunas zonas del estado.

En un comunicado, declaró: “Insto a nuestros valientes residentes a mantener la calma y evitar la tentación de atacarnos a nosotros mismos. Felicito igualmente a todos los guardabosques y a los cazadores locales que, si bien perdieron a cinco de sus compatriotas, neutralizaron a varios de los atacantes”.

En junio, al menos 150 personas murieron en un solo ataque contra una comunidad en el estado de Benue, en el centro-norte de Nigeria.