-La manifestación fue la mayor concentración progubernamental en lo que va del año, con más de 10.000 participantes.
Más de 10.000 simpatizantes del presidente serbio Aleksandar Vucic se manifestaron en la capital, Belgrado, para respaldar las políticas del mandatario tras un año de protestas antigubernamentales.
Reunidos frente al Parlamento, los seguidores de Vucic, muchos de los cuales viajaron a la capital en autobuses organizados por su partido, ondearon banderas nacionales y corearon “¡Vucic, el serbio!” y “¡Serbia!”, mientras los altavoces reproducían canciones patrióticas.
“Ustedes son quienes defienden la paz, la estabilidad y el orden constitucional”, declaró la presidenta del Parlamento, Ana Brnabic, una de las principales aliadas de Vucic, ante la multitud.
La manifestación fue la mayor concentración progubernamental en lo que va del año, con más de 10.000 participantes. Pero la multitud se vio superada en número por una gran manifestación anticorrupción el sábado, que congregó a decenas de miles de estudiantes y activistas, según testigos de Reuters.
Las protestas comenzaron hace un año tras el derrumbe del techo de una estación de tren en la ciudad norteña de Novi Sad, que causó la muerte de 16 personas. El incidente desató la indignación pública por la presunta corrupción y la falta de rendición de cuentas, agravada por la ausencia de procesamientos un año después.
La policía antidisturbios acordonó la zona alrededor de los partidarios de Vučić para separarlos de los manifestantes antigubernamentales que coreaban consignas contra Vučić.
Un campamento de tiendas de campaña controlado por los partidarios de Vučić se encuentra en la plaza desde marzo, y la semana pasada se produjeron enfrentamientos entre contingentes progubernamentales y antigubernamentales.
Estudiantes, grupos de derechos humanos, académicos y miembros de la oposición que exigen elecciones anticipadas acusan a Vučić y a sus aliados de corrupción, violencia contra opositores políticos, represión mediática y vínculos con el crimen organizado. Vučić y sus aliados lo niegan.









