Las tensiones entre McLaren y Red Bull han ido escalando conforme avanza el campeonato.
El piloto Max Verstappen, tetracampeón mundial de la Fórmula 1, volvió a encender el paddock con una declaración contundente dirigida a Zak Brown, luego de que el CEO de McLaren lo calificara como un piloto agresivo y arrogante, criticando su estilo de conducción hace unos días.
El neerlandés, lejos de esquivar la polémica, dejó una frase que rápidamente dio la vuelta al mundo y que muchos consideran la réplica más dura que le ha dedicado a un directivo rival: “Siempre me parece muy gracioso… viniendo de alguien que fracasó en el automovilismo”.
La respuesta de Max llegó después de que Brown volviera a criticar la estructura de Red Bull, asegurando que el equipo de Milton Keynes está completamente diseñado alrededor de Verstappen y que el piloto ejerce una influencia desmedida dentro del garaje.
Las palabras del estadunidense no pasaron desapercibidas y reavivaron una rivalidad que, en los últimos meses, ha ido creciendo tanto dentro como fuera de la pista.
Pero las críticas de Zak Brown no solo se centraron en la actitud del piloto neerlandés, sino también en la operación interna de Red Bull. El CEO de McLaren afirmó que todo en el equipo gira alrededor de Verstappen, al grado de que pareciera que Max es quien dirige el equipo.
Brown aseguró que desde antes de la salida de Christian Horner a mitad de la temporada 2025, dentro del equipo ya se percibía un clima donde todos obedecían al campeón del mundo. También apuntó que el RB es desarrollado específicamente para el estilo de conducción de Verstappen, lo que dificulta que otros pilotos puedan rendir en él al mismo nivel; pero las cosas no se detuvieron, señaló que Red Bull evitaría contratar pilotos capaces de desafiar directamente a Max.
Las tensiones entre McLaren y Red Bull han ido escalando conforme avanza el campeonato, y el intercambio de declaraciones solo agrega gasolina al fuego. Mientras Brown insiste en que la estructura de Red Bull depende en exceso de su estrella, Verstappen responde con firmeza cada vez que su autoridad o su personalidad son puestas en duda.
Con la temporada todavía en plena disputa y una lucha cerrada por el Campeonato de Pilotos, la rivalidad promete seguir creciendo tanto dentro como fuera de la pista. Y si algo ha demostrado este capítulo, es que ninguno de los dos piensa bajar el tono.









