La cárcel de Nivelles se equipará con 418 cámaras al interior y exterior del recinto para detectar tanto presencia humana como objetos susceptibles de ser introducidos en el penal.
Las autoridades de Bélgica evitaron una fuga de la cárcel de Nivelles, al sur de Bruselas, en la que para liberar a un preso se usó un dron gigante que llevaba un arnés y era capaz de levantar hasta 130 kilos, según informaron los medios locales.
Estos hechos ocurrieron el pasado 25 de febrero, cuando algunos vecinos de esa localidad valona escucharon un fuerte ruido en el cielo en los alrededores del recinto penitenciario, ubicado a unos 35 kilómetros al sur de la capital.
Según el relato de testigos recogido por la emisora RTL, el dispositivo era enorme, sobrevoló el patio de la cárcel y aparentemente estaba equipado con una cuerda y un arnés.
Tras el incidente, se encontraron 18.5 gramos de hachís y un teléfono móvil en el suelo del centro, pero no se ha establecido una relación formal entre el presunto intento de evasión y el envío de droga a la prisión.
Los testigos trasladaron a las autoridades que el aparato se manejaba desde un vehículo Audi con matrícula francesa y la policía localizó ese vehículo en la comuna de Laken, en Bruselas, donde también se localizó un Peugeot relacionado con el caso.
Al registrar el apartamento de los dos individuos sospechosos, según los documentos judiciales consultados por el periódico L’Avénir, los policías hallaron una estación de recarga para drones y una bolsa con cuerdas y arneses, y también baterías.
En el coche de la marca Peugeot encontraron el dron que supuestamente se habría utilizado en el presunto intento de fuga que, de confirmarse, sería la primera vez que se intenta con esa tecnología en Bélgica, donde es relativamente habitual que se utilicen pequeños drones para introducir droga, teléfonos o armas en centros penitenciarios.
Han informado fuentes de la investigación al diario Dernière Heure, se trabaja con la hipótesis de que el dron lo operaba un albanés que intentaba ayudar a fugarse a un compatriota condenado a una larga pena.
El sospechoso principal lleva en prisión preventiva desde entonces y el juez ha prolongado un mes su detención provisional mientras continúan las investigaciones, agregó el periódico.
El año pasado las autoridades anunciaron que la cárcel de Nivelles se iba a equipar con un sistema de 418 cámaras instaladas dentro y fuera del recinto para detectar tanto presencia humana como objetos susceptibles de ser introducidos en el penal, con un presupuesto de 3.8 millones de euros.
Pese a que ese centro de observación aún no está operativo, se habían tomado ya ciertas medidas, puesto que se multiplicaron los lanzamientos de paquetes con pequeñas catapultas colocadas a cierta distancia, indicó Dernière Heure.