Las personas reunidas extendieron la mano para tocar la mano o las vestiduras de Francisco mientras era llevado en una silla de ruedas por una rampa hasta el altar principal, donde ofreció su breve saludo en un micrófono.
Aún convaleciente, el papa Francisco saludó a la multitud reunida en la plaza de San Pedro en la celebración del Domingo de Ramos, además deseó a más de 20.000 fieles un buen Domingo de Ramos, una buena Semana Santa.
Con esta nueva señal pública, tranquiliza a las personas por su recuperación tras una neumonía bilateral que puso en riesgo su vida.
Las personas reunidas extendieron la mano para tocar la mano o las vestiduras de Francisco mientras era llevado en una silla de ruedas por una rampa hasta el altar principal, donde ofreció su breve saludo en un micrófono.
El papa de 88 años ya no llevaba los tubos nasales para oxígeno suplementario, como hizo durante una aparición similar el domingo pasado.
En la basílica de San Pedro, el Papa Francisco se detuvo para bendecir un rosario y ofreció dulces a un niño que lo saludó.
El Papa Francisco con 88 años, inició su cuarta semana de convalecencia, en la que los médicos le han aconsejado evitar las multitudes.
Aunque Francisco está claramente ansioso por mostrar que se siente mejor, no ha dicho más que unas pocas palabras en público mientras se recupera de una grave crisis respiratoria.
El Vaticano dijo que estaba esperando para indicar qué papel podría desempeñar en los próximos eventos de la Semana Santa que culminan el Domingo de Pascua.
Esta fue su segunda aparición en la Plaza de San Pedro ante una multitud, tras la inesperada aparición del domingo pasado que emocionó a los fieles.
También se reunió en privado con el rey Carlos III de Inglaterra y la reina Camilla esta semana, e hizo un recorrido improvisado por la basílica de San Pedro, deteniéndose para orar y agradecer a un par de restauradores por su trabajo en las obras maestras de la basílica.
Un día antes el Papa Francisco fue a la basílica de Santa María la Mayor en el centro de Roma para orar en privado ante un icono favorito de la Virgen María, Salus Populi Romani. La basílica, que suele visitar antes y después de sus viajes al extranjero, también fue su primera parada después de salir del hospital Gemelli el 23 de marzo.
En la bendición dominical tradicional, el pontífice agradeció a los fieles por sus oraciones. “En este momento de debilidad física, me ayudan a sentir aún más la cercanía, la compasión y la ternura de Dios”. Por novena semana, incluida su hospitalización de cinco semanas que comenzó el 14 de febrero, la bendición se difundió por escrito.
El papa ofreció oraciones por aquellos que sufren en el conflicto en Sudán, que cumple su segundo aniversario el martes, y por Líbano, donde la guerra civil comenzó hace 50 años, así como por la paz en Ucrania, Oriente Medio, República Democrática del Congo, Myanmar y Sudán del Sur.
Durante la homilía preparada para el Domingo de Ramos leída por un alto cardenal del Vaticano, Francisco instó a los fieles a llevar la cruz “de aquellos que sufren a nuestro alrededor” para marcar el inicio de la solemne Semana Santa.
Los fieles salieron de la plaza de San Pedro llevando palmas o ramas de olivo bendecidas para marcar la ocasión.