TRENDING

Casi una década después, regresa a París para testificar.

La última vez que Kim Kardashian se enfrentó a los hombres que, según la policía, la robaron, la ataron con bridas y la apuntaron con una pistola, temiendo morir. Casi una década después, regresa a París para testificar en su contra.

Se espera que declare contra los 10 hombres acusados ​​de orquestar el robo de 2016 que la dejó encerrada en un baño de mármol mientras asaltantes enmascarados se llevaban más de 6 millones de dólares en joyas.

Kardashian hablará sobre el trauma que transformó su vida y redefinió los riesgos de ser una celebridad en la era de las redes sociales. Se espera que su comparecencia sea el momento más emotivo de un juicio que comenzó el mes pasado.

Los funcionarios del tribunal se preparan para una multitud y las medidas de seguridad serán estrictas. Se ha habilitado una segunda sala para que los periodistas puedan seguir el proceso por video.

En el testimonio de Kardashian, repasará, con doloroso detalle, cómo los intrusos le ataron las manos, le exigieron su anillo y la hicieron creer que tal vez nunca volvería a ver a sus hijos.

Doce sospechosos fueron acusados ​​inicialmente. Uno falleció. Otro fue absuelto del proceso debido a una enfermedad grave.

La mayoría tienen entre 60 y 70 años —conocidos como “los abuelos ladrones” por la prensa francesa—, pero los investigadores insisten en que no eran jubilados inofensivos. Las autoridades los han descrito como un grupo criminal experimentado y coordinado.

Dos de los acusados ​​han admitido haber estado en el lugar de los hechos. Los demás niegan cualquier implicación; algunos incluso afirman desconocer quién era Kardashian. Sin embargo, la policía afirma que el grupo rastreó sus movimientos a través de sus propias publicaciones en redes sociales, que mostraban sus joyas, señalaban su ubicación y exponían su vulnerabilidad.

El atraco convirtió a Kardashian en un ejemplo de hipervisibilidad en la era digital.

Tras el incidente, se retiró de la vida pública. Desarrolló ansiedad severa y posteriormente describió síntomas de agorafobia. “Odiaba salir”, dijo en una entrevista de 2021. “No quería que nadie supiera dónde estaba… simplemente tenía muchísima ansiedad”. Sus abogados confirmaron que comparecería ante el tribunal.

Ante la prensa francesa, que la desestimó como un reality show y Karl Lagerfeld la criticó duramente por ser demasiado llamativa, Kardashian regresa ahora como testigo clave en un caso que ha obligado a un análisis más amplio de cómo la fama, la delincuencia y la percepción chocan.

Sus abogados afirman que está particularmente agradecida con las autoridades francesas y dispuesta a enfrentarse con dignidad a quienes la atacaron.

Portada de hoy:

Edición Digital:

Más reciente: