-Vecinas y vecinos se reunieron en el corazón del barrio para bailar, gozar y homenajear al cantante que fue pilar del género de la salsa, demostrando la fuerza de su legado musical, que perdura en la actualidad entre la cultura sonidera
El barrio bravo de Tepito se convirtió en una pista de baile gigante para homenajear al “Cantante de Cantantes”, Héctor Lavoe, en una fiesta comunitaria a la que asistieron más de 10 mil personas, impulsada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, como parte de la iniciativa “Un baile por la paz en Tepito”, del proyecto “Territorios de Paz”, impulsado por el Gobierno encabezado por Clara Brugada Molina.
Ana Francis López-Bayghen, titular de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México; María Antonieta Pérez Orozco, directora general de Vinculación Cultural Comunitaria; Jesús Galindo, director general del Instituto de la Defensa de los Derechos Culturales; Antonio Jiménez, subsecretario de Territorios de Paz e Igualdad; Lourdes Arévalo y representantes del sonidero como Ramón Rojo de Sonido La Changa, y Lupita “La Cigarrita”, inauguraron la celebración que combinó música, bailes y orgullo barrial, con el objetivo de fomentar la paz.
Diversos clubes de baile locales hicieron vibrar al público con una poderosa coreografía masiva titulada “La Sala más Grande”, que incluyó clásicos de Héctor Lavoe, como “Calle Luna Calle Sol”, “El cantante”, “El día de mi suerte”, “Todo tiene su final”, “Mi gente” y “El todo poderoso”. Como muestra del talento colectivo que habita en los barrios de la ciudad, también las infancias brillaron con una coreografía al ritmo del tema Che Che Colé, de Lavoe.
Posteriormente, más de 20 sonideros, entre ellos La Changa, Sonido Pancho, Juventud Latina, Fiesta Latina, Sonido Memín, Ritmo Cubano, Salsabor, Panino, Sonido Robocop y Sonido Charro continuaron el programa musical.
El homenaje trascendió fronteras, hasta Tepito llegaron amistades, familias completas y parejas, provenientes de las diferentes alcaldías de la ciudad, e incluso gente de municipios del Estado de México, como Ecatepec, para reafirmar el poder y la fuerza de la convocatoria de la cultura sonidera y su papel como puente entre barrios, comunidades y generaciones.
Las y los sonideros llevaron al público asistente a un viaje único entre música, ambiente y los clásicos saludos en el micrófono con eco, que son parte fundamental de la esencia y la identidad de la Ciudad de México y le valieron a la Cultura Sonidera el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la capital.
La iniciativa “Territorios de Paz” busca fortalecer el tejido social en zonas vulnerables, recuperar espacios públicos y prevenir la violencia. A través de estas acciones el Gobierno capitalino reafirman su compromiso con el fomento a actividades que abracen la riqueza cultural, garanticen los derechos culturales de la ciudadanía y dignifiquen las expresiones artísticas nacidas en nuestras calles y barrios. Esta tarde, Tepito se llenó de esperanza, alegría y unión.