Vídeos que circulaban en redes sociales mostraban a manifestantes en las zonas montañosas de Cachemira golpeando a la policía con palos y apedreándolos.
Miles de manifestantes que exigían subsidios para alimentos, electricidad y otros servicios se enfrentaron el miércoles con la policía en la Cachemira administrada por Pakistán, dejando cuatro muertos y más de 100 heridos, según informó la policía.
La violencia estalló cuando manifestantes armados, con pistolas y porras, atacaron a los agentes desplegados en Cachemira para impedir que bloquearan carreteras y causaran daños materiales, según informó el agente de policía local Mohammad Afzal.
Afzal confirmó la muerte de tres policías y un civil, señalando que entre las víctimas había al menos ocho agentes que se encontraban en estado crítico tras recibir golpes en la cabeza con palos y piedras.
Vídeos que circulaban en redes sociales mostraban a manifestantes en las zonas montañosas de Cachemira golpeando a la policía con palos y apedreándolos.
También se vio a algunos manifestantes arrancándoles los uniformes a los agentes. La policía afirmó que sus fuerzas no respondieron al fuego, alegando que se habían abstenido de disparar para evitar más pérdidas humanas.
El primer ministro de la Cachemira controlada por Pakistán, Chaudhry Anwarul Haq, confirmó las víctimas en una conferencia de prensa en Islamabad.
Indicó que los manifestantes pertenecían al Comité de Acción Conjunta Awami, una alianza de grupos que ha bloqueado carreteras y decretado un cierre desde el lunes en Cachemira, dividida entre India y Pakistán. Estos vecinos del sur de Asia han librado tres guerras desde su independencia del dominio colonial británico en 1947.
Haq afirmó que su administración había cumplido el 90% de las demandas de los manifestantes, incluyendo la reducción de las tarifas eléctricas, reformas en el gobierno local y la retirada de las denuncias presentadas contra los manifestantes. Sin embargo, señaló que dos demandas —la reducción del número de ministros y la eliminación de los escaños reservados para los refugiados cachemires— solo podrían abordarse mediante legislación.
Haq afirmó estar listo para reanudar las negociaciones estancadas, señalando que miembros del gabinete estaban estacionados en Muzaffarabad y Rawalakot para dialogar con los manifestantes. Sin embargo, advirtió a la alianza que detuviera su agitación y reanudara las conversaciones, advirtiendo que utilizar a los ciudadanos para fomentar el malestar solo hundiría la región en el caos y la anarquía.









