-La norma titulada “Muerte Digna” fue aprobada tras una amplia discusión. Uruguay se convierte en la primera nación de Sudamérica que aprueba la eutanasia mediante una ley.
Uruguay aprobó una ley que autoriza la eutanasia bajo ciertas condiciones, tras un reflexivo y extenso debate en el Senado.
El Senado aprobó la norma titulada “Muerte Digna” con 20 votos a favor de un total de 31 parlamentarios presentes y así Uruguay se sumó a una pequeña lista de países que permiten la muerte asistida.
En Sudamérica, Colombia y Ecuador despenalizaron la eutanasia a través de fallos judiciales, pero esta es la primera vez en la región que se aprueba mediante una ley.
Más de diez horas de debate respetuoso y por momentos emotivo saldó un tema que varios legisladores calificaron como el más difícil.
Pero el desesperado grito de “asesinos” que soltó una de las decenas de personas que siguieron el debate en las gradas cortó abruptamente los aplausos y abrazos de los que apoyaban la norma.
Apenas un minuto de confusión que cortó brevemente el ambiente sereno que se vivió en el recinto parlamentario.
Parte inicial del debate fue seguido desde las gradas por Beatriz Gelós, una enferma de ELA que se transformó en una de las caras del activismo por la aprobación de la norma.
Uruguay cumplió con su deseo al unirse a un pequeño grupo de países que legalizaron la muerte asistida que incluye a Canadá, Países Bajos y España, entre otros.
Para el oficialista Daniel Borbonet se votó un texto sólido y que ofrece seguridad jurídica. En una posición crítica a la redacción del documento, Pedro Bordaberry (centroderecha) consideró que es una ley de fomento de muerte asistida.
Ser mayor de edad, ciudadano o residente y estar psíquicamente apto en etapa terminal de una patología incurable o que provoque sufrimientos insoportables, con grave deterioro de la calidad de vida, son algunos de los requisitos.
El paciente también deberá pasar por instancias previas antes de dejar su voluntad por escrito.
Laico y acostumbrado a mostrar el camino a la región a la hora de legislar derechos, Uruguay sumó así una nueva norma liberal a otras como la regulación del mercado de cannabis, el matrimonio igualitario y el aborto.
El Colegio Médico respetó las diversas posiciones de sus socios y no proclamó una postura ante el tema.
Sin embargo, asesoraron en todo el proceso para tener las máximas garantías para los pacientes y para los médicos, comentó el presidente de la entidad, Álvaro Niggemeyer.
La iglesia Católica mostró tristeza ante la votación afirmativa en Diputados en agosto y la resistencia al proyecto que se volvió ley traspasó los ámbitos religiosos. Más de una decena de organizaciones rechazaron la redacción por deficiente y peligrosa.
Para el Colegio Médico la instancia de reglamentación, posterior a la promulgación del Poder Ejecutivo, será clave para dar más certezas.