-Un coronel del ejército, que tomó el poder mediante un golpe militar, juró como nuevo líder de Madagascar en una rápida toma de poder que derrocó al presidente y lo obligó a huir del país.
El coronel Michael Randrianirina, comandante de una unidad de élite del ejército, prestó juramento como nuevo presidente en una ceremonia celebrada en la sala principal del Tribunal Constitucional Superior del país.
Su ascenso a la presidencia se produjo apenas tres días después de anunciar que las fuerzas armadas tomaban el poder en la extensa isla del océano Índico, de unos 30 millones de habitantes, frente a la costa este de África.
Naciones Unidas ha condenado el golpe militar como un cambio de gobierno inconstitucional.
El golpe militar, que se produjo tras tres semanas de protestas antigubernamentales, principalmente de jóvenes, ha sido condenado por Naciones Unidas y provocó la suspensión de Madagascar de la Unión Africana. Se desconoce el paradero del presidente Andry Rajoelina, quien abandonó el país alegando que su vida corría peligro tras la rebelión de soldados leales a Randrianirina. En su ausencia, Rajoelina fue destituido en una votación en el parlamento el martes, justo antes de que el coronel anunciara la toma del poder por parte de los militares.
Randrianirina, quien emergió de un relativo anonimato para liderar la rebelión con su unidad militar CAPSAT, fue encarcelado brevemente hace dos años por un intento de motín. Declaró que pasó la mayor parte de los tres meses que estuvo detenido, a finales de 2023 y principios de 2024, en un hospital militar.
Madagascar presenta altos índices de pobreza, que afectan a alrededor del 75% de la población, según el Banco Mundial. La antigua colonia francesa también tiene una historia tumultuosa de inestabilidad política desde su independencia en 1960, que ha incluido varios golpes de Estado e intentos de golpe.
El propio Rajoelina llegó al poder como líder de transición en 2009 tras un golpe de Estado respaldado por los militares. Randrianirina ha declarado que Madagascar será gobernada por un consejo militar, con él como presidente, durante un periodo de entre 18 meses y dos años antes de que se celebren nuevas elecciones.
Esto significa que los jóvenes que inspiraron el levantamiento contra Rajoelina podrían tener que esperar mucho tiempo antes de poder elegir a su nuevo líder.
Las protestas, que comenzaron el mes pasado, se han hecho eco de otros levantamientos liderados por la Generación Z en Nepal, Sri Lanka y otros lugares. Los jóvenes malgaches salieron a las calles por primera vez el mes pasado para protestar contra los cortes regulares de agua y electricidad, pero también han planteado otros problemas, como el coste de la vida, la falta de oportunidades y la presunta corrupción y nepotismo de la élite.
Randrianirina declaró en una entrevista que el golpe militar fue una medida para asumir la responsabilidad como ciudadanos y patriotas.









