La selección de Países Bajos logró la victoria solo por la mínima diferencia, y buscarán el titulo ante Corea del Norte.
El sueño no se concretó para la Selección Mexicana Sub 17, que luchó hasta el último minuto, pero cayó por la mínima diferencia ante Países Bajos en la semifinal del Mundial.
El Tri femenil se quedó a un paso de la gran final, pero las europeas sellaron su pase y ahora se medirán ante Corea del Norte, mientras que México disputará el duelo por el tercer lugar ante Brasil.
La selección Mexicana desde el inicio del partido se jugó con intensidad y entrega en cada zona del campo. La presión alta y la velocidad por las bandas fueron constantes del cuadro mexicano, aunque el encuentro tuvo que detenerse durante el primer tiempo debido a un fuerte impacto que recibió Berenice Ibarra tras un balón dividido.
Berenice fue atendida de inmediato, pero el Estadio Olímpico de Rabat se sumió en un silencio, que se rompió en gritos de alegría al ver a la capitana tricolor recuperarse y continuar, demostrando liderazgo y fortaleza.
Para la segunda mitad, México salió decidido a romper el cero. Con personalidad, orden y velocidad, el conjunto azteca generó aproximaciones que levantaron la ilusión de los fanáticos haciéndolos soñar con el gol que abriera la semifinal.
Pero fue al minuto 69 cuando llegó el golpe que cambió la historia del encuentro. Lina Touzani aprovechó un descuido defensivo y definió con categoría para adelantar a Países Bajos. La zaga mexicana quedó un paso atrás y la atacante holandesa no perdonó.
Inmediatamente el cuerpo técnico tricolor movió sus piezas: Leila Ávila ingresó por Anaiya Miyazato buscando mayor presencia al frente y frescura en ataque. México lo intentó por todos los medios, pero el juego se fue tornando cerrado, con pocos espacios y máxima tensión en cada transición.
La esperanza volvió al minuto 81, cuando la árbitra revisó una jugada por posible penal en el área neerlandesa. Por algunos segundos la ilusión se encendió, pero la decisión final fue clara: había fuera de lugar previo y la acción quedó invalidada.
La Selección Mexicana continuarán jugando con la frente en alto, por aún queda una misión: pelear por el tercer lugar del mundo frente a Brasil.
No es el cierre que se soñaba, pero sí una oportunidad para reafirmar que este equipo está hecho de carácter, de talento y de futuro.









