El Gobierno del presidente Donald Trump autorizó a los militares que están desplegados en la frontera con México a tomar el control de una franja de tierra en esta, como parte de los esfuerzos para acabar con la migración irregular.

Fue mediante un memorando que el gobierno de Trump permitió a las fuerzas armadas estadounidenses asumir un papel más directo a la hora de asegurar la frontera.

Con la complejidad de la situación actual se exige que las fuerzas armadas asuman un papel más directo en la seguridad de nuestra frontera Sur que en el pasado reciente, señala en el comunicado.

Enfatiza que el Departamento de Defensa debería tener jurisdicción sobre tierras federales, incluyendo la Reserva Roosevelt, una franja de 18 metros a lo largo de la línea fronteriza de California, Arizona y Nuevo México, dando a las tropas el derecho legal de detener a inmigrantes acusados de invadir lo que, en realidad, es una base, y los migrantes no autorizados permanecerían bajo custodia.

La administración del presidente Donald Trump busca deportar a un millón de migrantes en un año, de acuerdo con cuatro funcionarios que hablaron con el diario Washington Post.