De acuerdo al Instituto Casla, en el país las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y la tortura son sistemáticas.
El Instituto Casla denunció en Washington que en Venezuela se utiliza el terror mediante detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y la tortura de manera sistemática; además de alerta que existen 532 detenidos cuyas identidades se desconocen.
Esta situación se ha presentado desde la reelección de Nicolás Maduro en julio del año pasado, cuando la oposición venezolana denuncia fraude y reivindica el triunfo de su candidato, el exiliado Edmundo González Urrutia.
Esta proclamación de Maduro como presidente dejó protestas que dejaron 28 muertos y unos 2,400 detenidos, de los cuales más de 2,000 han sido excarcelados. Activistas denuncian no obstante que los arrestos de opositores no han cesado.
Foro Penal una ONE dio como cifra de 906 los presos en Venezuela por razones políticas. Mientras que Casla, un centro de estudios sobre América Latina con sede en Praga, denuncia crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Nicolás Maduro con violaciones sistemáticas y generalizadas contra la población civil, especialmente contra opositores.
“Las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y la tortura no son hechos aislados, sino prácticas sistemáticas que configuran una estrategia clara de control social”, afirma en un informe que abarca de marzo de 2024 a abril de 2025.

Casla denuncia un Estado terrorista, donde el terror es utilizado como política pública para anular la disidencia, silenciar opositores y mantener el poder a través del sometimiento”.
El informe acusa al gobierno de Maduro, investigado por la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos delitos de lesa humanidad, de inducir a los detenidos al suicidio.
Han señalado que son múltiples los testimonios que nos llegan sobre personas detenidas en el contexto de las manifestaciones que trataron de quitarse la vida en Tocorón y Tocuyito, dos cárceles de máxima seguridad abiertas de nuevo por orden de Maduro en agosto de 2024.
En estos centros muchos fueron víctimas de torturas físicas y psicológicas, como golpes, descargas eléctricas, colgamientos, quemaduras, hambre…
Muchos de los carceleros son jóvenes de entre 18 y 25 años y algunos fueron detenidos por negarse a torturar, afirma Casla.
En este informe se presenta evidencia sobre los tormentos a los que son sometidos los venezolanos día a día para sostener en vida la dictadura de Nicolás Maduro, declaró durante la presentación Luis Almagro, secretario general saliente de la OEA.