Thames Water debe pagar 104,5 millones de libras por no proteger el medio ambiente.
La mayor empresa de agua de Gran Bretaña recibió una multa de casi 123 millones de libras por verter aguas residuales en ríos y arroyos mientras pagaba dividendos a sus accionistas.
El regulador del sector, Ofwat, declaró que Thames Water debe pagar 104,5 millones de libras por no proteger el medio ambiente y 18,2 millones de libras por incumplir las normas relativas al pago de dividendos. Se trata de la mayor sanción impuesta hasta la fecha por el organismo de control del agua.
Ofwat afirmó que la empresa, que presta servicios de agua y alcantarillado a 16 millones de personas en Londres y sus alrededores, no construyó, mantuvo ni operó la infraestructura adecuada para cumplir con sus obligaciones y, además, pagó dividendos inmerecidos.
El gobierno del Reino Unido afirmó que las multas serán pagadas por la empresa y sus inversores, y no por los clientes.
Thames Water está en el centro de la indignación nacional por los vertidos de aguas residuales que han contaminado lagos, ríos y playas, en un momento en que las compañías de agua y alcantarillado están aumentando las facturas para modernizar los sistemas obsoletos y hacer frente a las exigencias del cambio climático y el crecimiento demográfico.
La empresa, con problemas de liquidez, se ha tambaleado al borde de la insolvencia con una deuda de aproximadamente 19 mil millones de libras. En marzo, obtuvo la aprobación judicial para obtener 3 000 millones de libras en fondos de emergencia para evitar que caiga bajo administración gubernamental.
Actualmente, está intentando impulsar su venta a la firma de inversión estadounidense KKR.
Consumidores y políticos han criticado a la empresa, argumentando que Thames Water se creó sus propios problemas al pagar dividendos excesivamente generosos a los inversores y salarios elevados a los ejecutivos, mientras que no invirtió en tuberías, bombas ni embalses. Los ejecutivos de la empresa afirman que la culpa es de los reguladores, que mantuvieron las facturas demasiado bajas durante demasiado tiempo, privando a la empresa de fondos vitales para financiar mejoras.