Por: José Fonseca
Mal haría el titular de Economía, Marcelo Ebrard, si no capitalizara políticamente la encomienda de seguir la línea presidencial en la relación comercial con la Casa Blanca y cabildear aquí la política económica del régimen.
Su eficaz equipo erraría si supone que sería la figura central de las negociaciones del T-MEC del próximo otoño. Hay tanto en juego que erraría quien olvidara que las decisiones las toma solo la presidenta Sheinbaum.
Quizá a Ebrard se le encargaría encabezar el equipo que negocie con la Casa Blanca, pero Palacio coordina y decide, pues de la renovación del T-MEC dependerá la política económica sexenal y, quieran o no, hasta la continuidad de la política social y todo lo demás.
¿Seguirá el Sistema Penal Acusatorio?
Hace 17 años se reformaron artículos constitucionales para hacer del sistema penal de México un sistema penal acusatorio en el cual, a diferencia del existente entonces, la carga de la prueba recae en la acusación.
Además de obligatorios juicios orales para dar a la fiscalía, la defensa y la víctima igualdad de oportunidades de ser oídas y presentar sus pruebas ante un juez independiente e imparcial que debe presidir cada audiencia del juicio.
¿Desaparecerá en el nuevo sistema de justicia de la República la garantía de que nadie podía ser juzgado solo porque lo acusa un fiscal, federal o local, porque constitucionalmente había presunción de inocencia y la carga de la prueba la tenían los fiscales? Conste, es pregunta.
Conflicto con la CNTE, juego de vencidas
Una de las acepciones de pulso, dice el diccionario, es el enfrentamiento entre fuerzas que mantienen puntos de vista diferentes, es lo que coloquialmente llamamos un juego de vencidas.
Con apenas el 10 por ciento del magisterio en sus filas, los dirigentes de la coordinadora magisterial, la CNTE, aprovechando su acumulada experiencia y la soberbia resultado de 20 años de impunidad, han retado al Gobierno de la República a un juego de vencidas.
La astucia de la CNTE es el cálculo de que el Gobierno, por su retórica de “no reprimir”, está obligado a ser paciente, veremos qué ganan por desocupar por ahora la CDMX, o si alguien recuerda que hay un punto límite en que la paciencia deja de ser virtud, según el británico Edmund Burke.