Con un sorpresivo ataque ucraniano con drones, dirigido contra varias bases aéreas rusas que albergaban bombarderos estratégicos con capacidad nuclear, tuvo un alcance y una sofisticación sin precedentes, llegando por primera vez hasta Siberia, lo que supuso un duro golpe para el ejército ruso. Ucrania afirmó que más de 40 bombarderos, o aproximadamente un tercio de la flota rusa de bombarderos estratégicos, resultaron dañados o destruidos el domingo, aunque Moscú afirmó que solo varios aviones fueron impactados.

Las afirmaciones contradictorias no pudieron verificarse de forma independiente y un vídeo del ataque publicado en redes sociales mostró que solo un par de bombarderos fueron impactados.

Sin embargo, el audaz ataque demostró la capacidad de Ucrania para atacar objetivos de alto valor en cualquier lugar de Rusia, asestando un golpe humillante al Kremlin e infligiendo pérdidas significativas a la maquinaria bélica de Moscú.

Algunos blogueros militares rusos lo compararon con otro infame ataque sorpresa dominical, el ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor en 1941, otros rechazaron la analogía, argumentando que los daños reales fueron mucho menos significativos de lo que Ucrania afirmaba. Un vistazo a los aviones de guerra que fueron impactados:

Durante los tres años de guerra en Ucrania, Rusia ha utilizado estos aviones pesados ​​para lanzar oleadas de ataques con misiles de crucero por todo el país.

El Tupolev Tu-95, cuyo nombre en clave fue Bear por la OTAN, es un avión turbohélice de cuatro motores diseñado en la década de 1950 para competir con el bombardero estadounidense B-52. La aeronave tiene alcance intercontinental y lleva ocho misiles de crucero de largo alcance que pueden equiparse con ojivas convencionales o nucleares.

Se estimaba que Rusia contaba con una flota de unas 60 aeronaves de este tipo. El Tupolev Tu-22M es un bombardero supersónico bimotor diseñado en la década de 1970, cuyo nombre en clave fue Backfire por la OTAN. Tiene un alcance menor en comparación con el Tu-95, pero durante las negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética sobre control de armas en la década de 1970, Washington insistió en incluirlo en el arsenal nuclear estratégico soviético debido a su capacidad para alcanzar Estados Unidos si se reabastecía en vuelo.

Rusia también cuenta con otro tipo de bombardero estratégico con capacidad nuclear: el supersónico Tu-160. Menos de 20 de ellos están en servicio, y Rusia acaba de comenzar la producción de su versión modernizada, equipada con nuevos motores y aviónica.

Rusia perdió una parte significativa de su flota de bombarderos pesados ​​en el ataque, sin capacidad inmediata para reemplazarla, declaró Douglas Barrie, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, señalando que el plan anunciado por Moscú para desarrollar el bombardero estratégico de próxima generación aún se encuentra en una fase inicial.

Uno de ellos fue Olenya, en la península ártica de Kola, desde donde los Tu-95 han realizado múltiples misiones de lanzamiento de misiles de crucero contra Ucrania. Varios bombarderos en Olenya aparentemente fueron alcanzados por los drones ucranianos el domingo, según analistas que analizaron imágenes satelitales antes y después del ataque.

Otros drones atacaron la base aérea de Belaya, en la región de Irkutsk, en el este de Siberia, destruyendo algunos bombarderos Tu-22M, según analistas. Ucrania afirmó que 41 aeronaves (Tu-95, Tu-22M y A-50) resultaron dañadas o destruidas el domingo en el ataque que, según indicó, se venía preparando desde hacía 18 meses, en el que enjambres de drones salieron de contenedores transportados en camiones estacionados cerca de cuatro bases aéreas.