El Etna de Sicilia ofreció un espectáculo de fuegos, expulsando una nube de humo y ceniza de varios kilómetros de altura. Sin embargo, las autoridades afirmaron que la actividad no representaba peligro para la población.

Se elevó el nivel de alerta por la actividad volcánica en el aeropuerto de Catania, pero no se reportaron interrupciones inmediatas. Un informe oficial declaró que la emisión de cenizas había cesado por la tarde.

El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia indicó que el espectáculo en el volcán más activo de Europa se produjo cuando parte del cráter sureste se derrumbó, lo que provocó flujos de lava caliente. Fue la decimocuarta fase eruptiva en los últimos meses.

La zona de peligro se limitó a la cima del Etna, que se cerró al turismo como medida de precaución, según Stefano Branca, funcionario del INGV en Catania.

El presidente de Sicilia, Renato Schifani, afirmó que los flujos de lava emitidos durante la erupción no habían traspasado la zona de contención natural y no representaban ningún peligro para la población.

El evento fue grabado en vídeo y fotos que se viralizaron en redes sociales. Los temblores provocados por la erupción se sintieron ampliamente en los pueblos y aldeas de las laderas del Etna, según informaron medios italianos.

Un vídeo mostraba a turistas corriendo por un sendero en la ladera del vasto volcán, con una columna de humo al fondo. Las excursiones son populares en el Etna, que se encuentra a unos 3.300 metros de altura y tiene una superficie de unos 1.200 kilómetros cuadrados.