El organismo financiero internacional subrayó que el persistentemente elevado déficit fiscal mundial figura como el principal factor que ha contribuido a que las administraciones públicas aumenten su endeudamiento.
Los compromisos adquiridos para hacerle frente a la pandemia y el aumento en el costo financiero de los compromisos financieros figuran como algunos de los factores que han provocado que el endeudamiento de las administraciones públicas llegue a casi 100 billones de dólares
Estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI) que la deuda global permaneció en un nivel similar al 235% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en la última actualización disponible de la estimación al respecto.
El acumulado de los compromisos financieros alcanzó los 251 billones de dólares, lo que implicó que la deuda pública se ubicara en 99.2 billones de dólares, mientras que la deuda privada llegara a 151.8 billones de dólares.
El organismo financiero internacional subrayó que el persistentemente elevado déficit fiscal mundial, que promedia alrededor del 5% del PIB global, figura como el principal factor que ha contribuido a que las administraciones públicas aumenten su endeudamiento; cuestión que ha sido incentivada por compromisos heredados de la pandemia y aumento en los costos financieros de la deuda.
Respecto al reflejo de la deuda en una dimensión nacional, el FMI apuntó que el promedio global oculta diferencias notables entre países y grupos de ingresos, de ahí que si bien Estados Unidos y China siguen desempeñando un papel fundamental en la dinámica de la deuda global, los niveles de deuda y déficit en muchos países siguen siendo altos y preocupantes en términos históricos, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes.
“En Estados Unidos, la deuda pública general aumentó el año pasado al 121% del PIB (del 119%), mientras que en China aumentó al 88% (del 82%). Excluyendo a Estados Unidos, la deuda pública en las economías avanzadas se redujo más de 2.5 puntos porcentuales, hasta el 110% del PIB. Los aumentos en algunas grandes economías avanzadas, como Francia y el Reino Unido, se vieron contrarrestados por caídas en Japón y economías más pequeñas, como Grecia y Portugal”, de acuerdo con lo establecido por el organismo financiero internacional en su reporte.