Una intensa tormenta invernal ha ejercido un duro golpe al sistema aéreo de Estados Unidos, provocando la cancelación de al menos 1432 vuelos —equivalente a alrededor del 5.5% de los 25  mil 733 programados para el día— según datos de la firma analítica Cirium.

Las nevadas, que comenzaron durante la madrugada, han reducido la visibilidad y dificultado las operaciones en tierra, convirtiendo los viajes en una experiencia caótica para cientos de personas.

La región metropolitana de Chicago, con su aeródromo clave Aeropuerto Internacional O’Hare, se encuentra entre las más afectadas. Los aeropuertos de LaGuardia y Newark también registraron fuertes cancelaciones, con tasas de interrupción que superaron el 8 % del total en algunos casos.

El mal tiempo, con abundante nieve esperada en las próximas horas, se suma a una coyuntura ya complicada: la operación de la aviación civil se veía mermada por recortes de personal debido al prolongado cierre del gobierno federal, que hizo que la Administración Federal de Aviación (FAA) advirtiera sobre demoras y limitaciones en diferentes espacios aéreos.

La tormenta no solo canceló vuelos, sino que también afectó rutas internacionales y conexiones desde México y otros países aliados que cruzan los centros operativos estadounidenses. La combinación de clima severo y falta de personal genera “un efecto dominó” que podría empeorar hacia el fin de semana, cuando el tránsito aéreo se intensifica.

En este contexto, la FAA ha señalado que los recortes al volumen de vuelos podrían llegar al 6 % a partir del martes, y potencialmente al 10 % hacia el viernes si la situación no mejora.

Se espera que la nieve continúe en las próximas horas, especialmente en el Medio Oeste, lo que podría afectar aún más la programación de vuelos y el tráfico aéreo en rutas nacionales e internacionales. Los pasajeros deben mantenerse informados y planificar sus viajes con anticipación para evitar contratiempos.