El presupuesto del primer ministro canadiense, Mark Carney, fue aprobado por un estrecho margen, evitando así posibles elecciones.

El gobierno liberal de Carney no contaba con los votos suficientes para aprobar el presupuesto por sí solo, pero lo logró con 170 votos a favor y 168 en contra, gracias al apoyo de un miembro del Partido Verde y algunas abstenciones del Nuevo Partido Democrático.

“Los canadienses no quieren elecciones ahora mismo”, declaró Don Davies, líder interino del Nuevo Partido Democrático.

“Las consecuencias de rechazar este presupuesto no serían mejorarlo ni ayudar a los canadienses. Sería sumir al país en elecciones apenas unos meses después de las últimas. Y mientras aún enfrentamos una amenaza existencial por parte del gobierno de Trump”.

La votación del presupuesto se considera un voto de confianza en el gobierno liberal minoritario.

Los parlamentarios decidieron priorizar a Canadá», afirmó el ministro de Finanzas, François-Philippe Champagne. Ya hay suficiente incertidumbre en el mundo.

Los liberales no cuentan con la mayoría de escaños en la Cámara de los Comunes y dependen de un partido de oposición para aprobar leyes.

La última vez en que una votación presupuestaria desencadenó elecciones en Canadá fue en 1979. El Partido Liberal de Carney logró una sorprendente victoria en las elecciones de abril pasado, en una votación que muchos interpretaron como un rechazo al presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, los liberales no alcanzaron la mayoría absoluta en el Parlamento.

El rival de Carney, el líder conservador populista Pierre Poilievre, iba a la cabeza hasta que Trump lanzó una guerra comercial contra Canadá y amenazó con anexar el país como el 51.º estado.

Un diputado conservador de la oposición se unió al Partido Liberal de Carney a principios de este mes, un golpe político que coincidió con el anuncio del presupuesto anual del gobierno.