El canciller reiteró la disposición del gobierno mexicano para proteger a sus connacionales dentro del marco legal internacional
El canciller reiteró la disposición del gobierno mexicano para proteger a sus connacionales dentro del marco legal internacional y mediante mecanismos consulares establecidos.
Tras el reciente operativo del ICE en Los Ángeles, donde se detuvieron a 42 ciudadanos mexicanos, se abre un nuevo episodio en la tensión diplomática entre México y Estados Unidos.
El canciller Juan Ramón de la Fuente mencionó que el gobierno mexicano mantendrá su postura, que es la de mantener un diálogo abierto con las agencias migratorias estadounidenses sin aceptar condiciones de subordinación. En su mensaje se destacó la disposición a coordinar esfuerzos mediante respeto mutuo y principios diplomáticos firmes.
De la Fuente expuso las acciones diplomáticas emprendidas durante el fin de semana, y mencionó que desde que iniciaron las redadas el cuerpo consular actuó con prontitud para brindar apoyo a los afectados.
Además de establecer contacto con autoridades estadounidenses para facilitar el acceso del personal mexicano a los centros de detención; logrando llevar a cabo las gestiones necesarias para garantizar este acceso.
Señaló que mantuvo contacto con el embajador Johnson de los Estados Unidos en México y con el embajador Moctezuma en Washington, quienes estuvieron apoyando para que pudieran nuestros agentes consulares, nuestro personal de protección, acceder a los centros de detención, explicó de la Fuente ante medios y funcionarios.
El funcionario resaltó el equilibrio entre cooperación institucional y defensa de principios soberanos. Aclaró que, aunque se mantendrán las vías de comunicación abiertas con ICE, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y otras entidades relacionadas con migración, las decisiones del gobierno mexicano seguirán guiadas por el respeto mutuo.
Subrayó que el enfoque del gobierno mexicano busca una colaboración respetuosa, sin implicar acatamiento a decisiones externas.
Esta postura se enmarca en el contexto de un operativo migratorio que generó tensión entre diversas comunidades de migrantes y autoridades estadounidenses.
Ante esta situación, el canciller reiteró la disposición del gobierno mexicano para proteger a sus connacionales dentro del marco legal internacional y mediante mecanismos consulares establecidos.