Dado que este año se cumple el décimo aniversario del tratado de libre comercio entre Australia y China, ambos gobiernos acordaron revisarlo con el objetivo de mejorar las relaciones económicas.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, declaró que se quejó al presidente chino, Xi Jinping, durante una reunión celebrada por un ejercicio naval chino con fuego real frente a la costa australiana que obligó a aviones comerciales a cambiar de rumbo.
En el ejercicio, realizado en febrero, una flotilla china circunnavegó parcialmente Australia en aguas internacionales, bajo una concurrida ruta de vuelos comerciales en el mar de Tasmania, entre Australia y Nueva Zelanda.
La misión fue ampliamente considerada como una demostración de la fuerza militar china y fue uno de los varios temas planteados en lo que Albanese describió como una reunión muy constructiva.
El presidente Xi Jinping afirmó que China participó en ejercicios, al igual que Australia, declaró Albanese a la prensa, refiriéndose a las misiones de libertad de navegación realizadas por el ejército australiano en el disputado Mar de China Meridional.
“Dije lo que dije en ese momento”, añadió Albanese. “No hubo ninguna violación del derecho internacional por parte de China, pero nos preocupaba la notificación y la forma en que se llevó a cabo, incluidos los ejercicios con fuego real”.
Albanese afirmó que el líder chino no mencionó la presión de Estados Unidos sobre sus aliados para que declararan sus posiciones sobre una posible guerra por Taiwán.
Dado que este año se cumple el décimo aniversario del tratado de libre comercio entre Australia y China, ambos gobiernos acordaron revisarlo con el objetivo de mejorar las relaciones económicas.
Tras la reunión con Xi Jinping, Albanese se reunió con el primer ministro Li Qiang y el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji.
Al inicio de la reunión de líderes, Xi Jinping declaró a Albanese que buscar puntos en común, dejando de lado las diferencias, está en consonancia con los intereses fundamentales de nuestros dos países y nuestros dos pueblos.
Albanese coincidió con la observación de Xi Jinping, afirmando: Ese enfoque ha generado beneficios muy positivos tanto para Australia como para China.