Varias personas a las que se les retiró la visa afirman que nunca expresaron aversión hacia los judíos y algunas denuncian que se les castiga por haber participado en manifestaciones contra la guerra en la Franja de Gaza.
Ahora los Estados Unidos revisarán las publicaciones de extranjeros en las redes sociales y les denegará visas y permisos de residencia si considera que el contenido es antisemita, informó el Servicio de inmigración y control de aduanas (USCIS).
Afirman que se trata de proteger la patria de extremistas y extranjeros terroristas, entre los que incluye a aquellos que apoyen organizaciones como las palestinas Hamás o Yihad Islámica, el grupo libanés proiraní Hezbolá o los rebeldes hutíes de Yemen.
Mediante un comunicado se informa que en Estados Unidos no hay lugar para los simpatizantes del terrorismo del resto del mundo, y no estan obligados a admitirlos ni a dejarlos quedarse aquí, así lo afirmó la subsecretaria de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Tricia McLaughlin.
El gobierno del presidente Donald Trump ya canceló las visas de estudiantes en Estados Unidos, donde la Primera Enmienda de la Constitución garantiza la libertad de expresión.
Varias personas a las que se les retiró la visa afirman que nunca expresaron aversión hacia los judíos y algunas denuncian que se les castiga por haber participado en manifestaciones contra la guerra en la Franja de Gaza.
Kristi Noem, ha dejado claro que cualquiera que piense que puede venir a Estados Unidos y esconderse detrás de la Primera Enmienda para abogar por la violencia y el terrorismo antisemita se lo piense dos veces porque no son bienvenidos, añade McLaughlin.
Las autoridades migratorias informan que las nuevas directrices entran en vigor de inmediato y se aplican a las visas de estudiante y a las solicitudes de residencia permanente, la famosa tarjeta verde.
Marco Rubio, declaró que ha retirado las visas a unas 300 personas. Recalcó que los extranjeros no tienen los mismos derechos que los estadunidenses y que la emisión o denegación de visas depende de las políticas del gobierno, no de los jueces.
El caso de deportación más sonado es el de Mahmoud Khalil, quien lideró las protestas en la universidad de Columbia en Nueva York.