La encuestadora Demoscopia Digital revela una aceptación estable y positiva de la ciudadanía hacia su gobierno.
Al llegar la gobernadora Delfina Gómez al poder en el Estado de México, llegó un enorme cambio a la entidad. Es la primera mujer en gobernar la entidad más poblada del país.
Llegó desde un mundo completamente diferente al político, llego desde la docencia, con sencillez, con humanismo, con hambre de convertir a la entidad en la mejor posicionada a nivel nacional.
Durante el mes de mayo, la encuestadora de Demoscopía Digital colocó a la gobernadora morenista con una aprobación del 62.6%, presentando una ligera superioridad a la presentada en abril cuando obtuvo 61.8%. Estos números revelan una aceptación estable y positiva, a pesar de gobernar una entidad marcada por años de rezago, desigualdad y estructuras de poder enquistadas. Uno de los puntos por el cual se mantiene con este nivel de aprobación es el de mantener un gobierno cercano a los ciudadanos, sin alardes, ni gritos, conectando con todos como si estuviera en una junta escolar.
Se han mantenido trabajando en poner el orden en el Edoméx, priorizando la atención en los sectores más rezagados, además de mantener la transparencia en el gasto, manteniendo una excelente coordinación de trabajo con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Aún tiene por delante un enorme reto: el de transformar estructuras dominadas por intereses ajenos al bien común; trabajo que ha dicho en muchas ocasiones lo llevará a cabo con paciencia, para lograr un cambio duradero.
El Estado de México ha sido reconocido como una entidad sumamente importante por su peso político. La gobernadora llegó al poder sin un pasado político significativo, pero con hambre de trabajo, que ha logrado que los mexiquenses puedan conectar con ella y su pensamiento.
El hecho de que ella no provenga de una vena política, sino que tenga un pasado de docencia, ha logrado que fuera aceptada de manera más rápida, logrando que la gente la reconozca como alguien diferente.
Ella es una figura que no encaja en los cánones del poder tradicional, pero que puede escribir un capítulo distinto para millones de mexiquenses.
Con información de La Jornada.