Se proyecta que la población de Japón, de aproximadamente 124 millones de personas, se reducirá a 87 millones para 2070, con un 40% de la población mayor de 65 años.
El número de recién nacidos en Japón está disminuyendo más rápido de lo previsto, y el número de nacimientos anuales alcanzó un nuevo mínimo histórico el año pasado, según datos gubernamentales publicados.
El Ministerio de Salud informó que en 2024 nacieron en Japón 686.061 bebés, una caída del 5,7% con respecto al año anterior y la primera vez que el número de recién nacidos cae por debajo de los 700.000 desde que comenzaron los registros en 1899. Es el decimosexto año consecutivo de descenso.
Esto representa aproximadamente una cuarta parte del pico de 2,7 millones de nacimientos registrado en 1949, durante el baby boom de la posguerra.
Los datos, en un país con una población en rápido envejecimiento y en declive, aumentan la preocupación por la sostenibilidad de la economía y la seguridad nacional en un momento en que se busca aumentar el gasto en defensa.
El primer ministro Shigeru Ishiba ha descrito la situación como una emergencia silenciosa y ha prometido promover un entorno laboral más flexible y otras medidas que ayuden a las parejas casadas a conciliar el trabajo y la crianza de los hijos, especialmente en las zonas rurales, donde los valores familiares tienden a ser más conservadores y más estrictos con las mujeres.
Japón es uno de los países del este de Asia que se enfrentan a la caída de la natalidad y al envejecimiento de la población. Corea del Sur y China llevan años luchando para fomentar la procreación familiar. También el miércoles, Vietnam derogó leyes que, con décadas de antigüedad, limitaban el número de hijos por familia a dos, en un esfuerzo por frenar la caída de la natalidad.
Los últimos datos del Ministerio de Salud muestran que la tasa de fertilidad de Japón el número promedio de hijos que se espera que una mujer tenga a lo largo de su vida también descendió a un nuevo mínimo de 1,15 en 2024, frente al 1,2 del año anterior.
El número de matrimonios aumentó ligeramente, hasta las 485.063 parejas, pero la tendencia a la baja desde la década de 1970 se mantiene sin cambios. Los expertos afirman que las medidas gubernamentales no han abordado el creciente número de jóvenes reacios a casarse, centrándose principalmente en las parejas ya casadas.
La generación más joven se muestra cada vez más reticente a casarse o tener hijos debido a las sombrías perspectivas laborales, el alto coste de la vida y una cultura empresarial con prejuicios de género que añade cargas adicionales a las mujeres y las madres trabajadoras, según los expertos.
Un número creciente de mujeres también cita la presión para adoptar el apellido de su marido como motivo de su reticencia a casarse. Según la ley japonesa, las parejas deben elegir un solo apellido para casarse.
Se proyecta que la población de Japón, de aproximadamente 124 millones de personas, se reducirá a 87 millones para 2070, con un 40% de la población mayor de 65 años.