El Departamento del Tesoro será quién sancionará a los líderes de la organización criminal, además de ofrecer ocho millones de dólares por ellos
Continuando con su lucha contra el fentalino, en esta guerra contra las drogas, ahora el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, apunta contra la Familia Michoacana.

El Departamento del Tesoro ha anunciado sanciones económicas contra sus dos líderes, los hermanos Johnny “El Pez” y Jose Alfredo “El Fresa” Hurtado Olascoaga —además de otros dos de sus hermanos de menor rango en el cártel, Adita y Ubaldo, anunciaron que se está ofreciendo una recompensa de ocho millones de dólares por ellos y un tribunal federal los ha imputado por narcotráfico.
Washington puso en la mira a la organización criminal mexicana, con base principalmente en Guerrero y Michoacán, por traficar fentanilo, metanfetamina, heroína y cocaína a Estados Unidos; blanquear las ganancias en el sistema financiero del país; envenenar a su población y participar en actos de terror y violencia en México

La guerra contra los hermanos Hurtado Olascoaga se da desde distintos frentes, con los anuncios de sanciones ha ido de la mano con la imputación contra El Pez y El Fresa por parte de un gran jurado federal del Distrito Norte de Georgia, que los acusa de cargos de conspiración para fabricar y distribuir sustancias controladas en particular heroína, metanfetamina, cocaína, y fentanilo, sabiendo que serían importadas a Estados Unidos
Las sanciones estadounidenses constituyen un golpe tanto simbólico como monetario. Las medidas no solo remarcan el perfil de La Familia como narcotraficantes con alcance internacional, también permiten que Washington confisque “todos los bienes y participaciones en bienes”, cualquier posesión o cuenta bancaria que los cuatro capos tengan registrada en Estados Unidos.

La Administración Trump continuará utilizando todas las herramientas disponibles para atacar a los cárteles y otras organizaciones violentas que intentan explotar a nuestras comunidades y dañar a los estadounidenses, ha señalado en el comunicado dirigido a la prensa el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Señaló el Departamento del Tesoro a La Familia Michoacana como responsables de tráfico de seres humanos, migrantes irregulares, hacia Estados Unidos, y los acusa de utilizar violencia contra sus rivales y las fuerzas de seguridad mexicanas o del uso de drones y bombas, además de armas de fuego convencionales con total desprecio por la población civil de México. También aterrorizan a las comunidades locales mediante secuestros, asesinatos y extorsiones, señala el comunicado.

La nueva batería de medidas estadounidenses contra La Familia Michoacana representa una nueva escalada en la ofensiva iniciada en febrero, coordinada entre la DEA y los departamentos del Tesoro, de Estado, de Justicia y de Seguridad Nacional, con la ayuda también al sur de la frontera de la Unidad de Inteligencia Financiera, prueba de la nueva etapa de colaboración entre ambos países de la que presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, hace gala.
Las medidas de Trump no se dirigen solo a la Familia Michoacana. Su Administración considera al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación, las dos organizaciones criminales más poderosas de México, como los principales culpables del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.