El interés por comprar oro suele dispararse cuando los inversores se ponen nerviosos, y ha habido mucha turbulencia económica en los últimos meses.
A medida que se profundiza la incertidumbre económica a nivel mundial, los precios del oro han alcanzado nuevos máximos históricos.
Esto se debe a que las ventas de oro pueden aumentar drásticamente cuando los inversores ansiosos buscan refugios seguros para invertir.
El actual repunte del oro se produce mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa anunciando nuevos aranceles tanto a aliados como a enemigos económicos, lo que genera volatilidad en los mercados financieros y amenaza con reavivar la inflación, tanto para familias como para empresas.
El Fondo Monetario Internacional afirmó que las perspectivas para las economías de todo el mundo, incluyendo la de Estados Unidos, han empeorado significativamente tras los amplios aranceles de Trump y la incertidumbre que han generado.
Y las recientes amenazas de Trump, sugiriendo que puede destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, solo han aumentado la inquietud de los inversores.
Si la tendencia continúa, los analistas afirman que el precio del oro podría seguir subiendo a niveles sin precedentes.
El precio actual del oro al contado en Nueva York alcanzó un récord de 3.424,24 dólares por onza troy (el estándar para medir los metales preciosos) al cierre del lunes. Esto supone un aumento de aproximadamente 1.097 dólares respecto al año anterior.
El precio del oro al contado ha subido más de un 30 % desde principios de 2025, según la firma de datos FactSet. En contraste, el mercado bursátil se ha desplomado. El índice de referencia S&P 500 ha caído más de un 12 % este año.

Los futuros del oro también alcanzaron un récord la madrugada del martes, superando brevemente la marca de los 3.500 dólares por primera vez, antes de volver a caer por debajo de los 3.400 dólares al final de la tarde.
Gran parte del problema se debe a la incertidumbre. El interés por comprar oro suele dispararse cuando los inversores se ponen nerviosos, y ha habido mucha turbulencia económica en los últimos meses.
La mayor incertidumbre reside en la escalada de las guerras comerciales de Trump. Los anuncios intermitentes de nuevos impuestos por parte del presidente y los aranceles de represalia impuestos por algunos de los aliados tradicionales más cercanos del país han generado una sensación de tensión tanto para las empresas como para los consumidores, quienes, según los economistas, pagarán la factura mediante el aumento de precios.La semana pasada, Trump reiteró sus amenazas, sugiriendo que podría destituir a Powell, y desde entonces ha intensificado sus críticas públicas al presidente de la Fed por no recortar los tipos de interés.
Cualquier intento de derrocar a Powell probablemente desencadenaría una crisis en los mercados financieros globales por el temor a que una Reserva Federal menos independiente pudiera tener dificultades para controlar la inflación, lo que aumentaría la ansiedad de los inversores.
Durante el último año, los analistas también han señalado una fuerte demanda de oro por parte de los bancos centrales de todo el mundo en medio de otras tensiones geopolíticas en curso, como las guerras en Gaza y Ucrania.
Quienes defienden la inversión en oro lo llaman un “refugio seguro”, argumentando que esta materia prima puede servir para diversificar y equilibrar la cartera de inversiones, así como para mitigar posibles riesgos a futuro. Algunos también se sienten cómodos comprando algo tangible con el potencial de revalorizarse con el tiempo.
Aun así, los expertos advierten que no es arriesgarse a apostar todo a la misma carta. Y no todos están de acuerdo en que el oro sea una buena inversión.
Los críticos afirman que el oro no siempre es la cobertura contra la inflación que muchos afirman, y que existen formas más eficientes de protegerse contra posibles pérdidas de capital, como las inversiones basadas en derivados.
