El gobierno peruano revirtió su controvertida decisión de reducir el área protegida que rodea las Líneas de Nazca, la cual había sido criticada por abrir la zona a la minería informal.
El Ministerio de Cultura del país anuló la resolución de la semana pasada que restablecía el mapa de límites establecido en 2004. El cambio se produjo tras una fuerte reacción negativa después de que el gobierno aprobara una reducción del 42% en la zona aproximadamente 2400 kilómetros cuadrados y permitir a los mineros solicitar permisos formales en áreas previamente restringidas.
La zona protegida original que abarca 5600 kilómetros cuadrados seguirá vigente. El ministerio también ordenó una actualización del plan de gestión del sitio en un plazo de 10 días y la formación de un panel técnico, que incluirá a representantes del gobierno, académicos, la UNESCO y figuras de la sociedad civil, para definir futuras estrategias de uso y conservación.
La zona en cuestión forma parte de un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hogar de las Líneas de Nazca, geoglifos gigantescos grabados en el desierto hace más de 1500 años, y uno de los ecosistemas desérticos más frágiles del Perú.
“Gracias al fuerte rechazo de la opinión pública nacional e internacional, el gobierno revocó la reducción del área de la Reserva Arqueológica de Nazca”, declaró Mariano Castro, exviceministro de Ambiente de Perú.
Castro explicó que el gobierno justificó su decisión alegando que no la había discutido públicamente previamente.
El ministerio indicó que se creará una nueva entidad gubernamental para supervisar la gestión del sitio y que se publicarán estudios técnicos para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.
