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La manifestación fue organizada por 14 asociaciones de recicladores en Bogotá.

Decenas de recicladores colombianos inundaron la icónica Plaza de Bolívar de Bogotá con cerca de 15 toneladas de materiales reciclables para protestar por la disminución de ingresos y las peores condiciones de los recolectores de basura. Recogen basura de casas, fábricas y oficinas y la venden a plantas de reciclaje locales.

La manifestación fue organizada por 14 asociaciones de recicladores en Bogotá, una ciudad donde aproximadamente 20.000 recolectores trabajan largas jornadas recolectando artículos como botellas de plástico, chatarra y cajas de cartón. Cerca de 100 recicladores se congregaron y algunos simularon nadar entre los montones de basura.

“Queremos que las fábricas nos paguen un precio justo por los materiales que recolectamos”, dijo Nohra Padilla, presidenta de la Asociación Nacional de Recicladores de Colombia.

La mayoría de los recicladores en Colombia trabajan de forma independiente, tirando de pesados ​​carros y recolectando materiales reciclables que no recogen los camiones de basura locales. Estos camiones, operados por contratistas o municipios, se dedican a la recolección de residuos orgánicos y no reciclables.

Los ingresos de estos recicladores dependen en gran medida de la cantidad de kilos de plástico, cartón o chatarra que puedan vender diariamente a almacenes o asociaciones locales, que a su vez venden el material a plantas de reciclaje.

Ospina indicó que las importaciones de plástico fresco de países como China podrían ser la causa de la fuerte caída de los precios.

Estos recolectores de basura tienen prioridad sobre los grandes contratistas a la hora de recolectar materiales reciclables, y en las grandes ciudades, los gobiernos municipales están obligados a pagar una cuota mensual a las asociaciones de recicladores, que varía según la cantidad de toneladas de basura que recolecta cada asociación.

Sin embargo, los precios de la basura reciclable son inestables y los recicladores colombianos también se enfrentan a una creciente competencia de los migrantes venezolanos que realizan el mismo tipo de trabajo en ciudades como Bogotá y Medellín.

Los recicladores en Colombia suelen ganar menos del salario mínimo nacional de 350 dólares al mes.

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