Un cirujano en prácticas fue puesto en libertad bajo fianza tras ser acusado de grabar en secreto a cientos de colegas médicos en los baños de hospitales australianos.

Ryan Cho, de 28 años, probablemente enfrentará unos 500 cargos relacionados con 4.500 vídeos íntimos que grabó en secreto con teléfonos, principalmente en los baños del personal de tres hospitales de Melbourne desde 2021, según alegó la policía en documentos citados ante el Tribunal Supremo del estado de Victoria.

El juez James Elliott dictaminó que el médico residente fuera puesto en libertad con la condición de que viviera con sus padres, quienes se mudaron de Singapur a Melbourne en previsión de la liberación de su hijo. Sus padres debieron depositar una fianza de 32.000 dólares.

El fiscal argumentó que los cargos incitaban a Cho a huir y que no tenía vínculos significativos con Australia tras ser suspendido de su trabajo. Aunque Cho obtuvo la residencia permanente en Australia en abril, se enfrentaría a la deportación si fuera declarado culpable y condenado a 12 meses o más de prisión, declaró Hammill.

El juez señaló que Cho había entregado su pasaporte de Singapur y que no tenía vínculos criminales que le permitieran salir de Australia.

La policía alega que Cho grabó imágenes íntimas de al menos 460 mujeres. El juez señaló que no se alegaba que Cho hubiera difundido dichas imágenes.

Cho fue arrestado en julio tras el hallazgo de un teléfono grabando desde una bolsa de malla colgada en un baño del Hospital Austin. La policía alega que también grabó en los baños del Centro Oncológico Peter MacCallum y del Hospital Real de Melbourne.

Su abogado, Julian McMahon, rechazó los temores de la fiscalía de que, de ser liberado, Cho pudiera interferir con los testigos. Es probable que haya cientos de testigos que aleguen delitos similares, afirmó McMahon.

Cho fue inicialmente acusado de seis delitos, pero se le añadieron otros 127 cargos, incluyendo la grabación intencional de imágenes íntimas sin permiso.

McMahon afirmó que era demasiado pronto para determinar si las acusaciones irían a juicio. Cho no se ha declarado culpable.

Cho llegó a Australia como estudiante en 2017 y estudió medicina en la Universidad Monash de Melbourne.