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-Han pasado dos semanas desde que Rusia y Estados Unidos convocaron una cumbre en Budapest, donde plantearon la posibilidad de regresar al órdago nuclear como forma de hacer política, algo que Moscú y Washington no hacían desde 1990 y 1992.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha amenazado con poner fin a un mundo sin ensayos nucleares después de que el líder de EE.UU., Donald Trump, ordenara reanudar dichas pruebas en medio de la tensión estratégica entre ambas superpotencias.

Fue el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien acusó a Occidente de histeria militarista antirrusa por su reacción al anuncio de Putin, que planteó al Gobierno ruso la conveniencia de reanudar las pruebas nucleares.

Han pasado dos semanas desde que Rusia y Estados Unidos convocaron una cumbre en Budapest, donde plantearon la posibilidad de regresar al órdago nuclear como forma de hacer política, algo que Moscú y Washington no hacían desde 1990 y 1992, respectivamente.

Trump ya había demostrado en agosto que no se tomaba a la ligera las amenazas de Moscú cuando ordenó el despliegue de un submarino atómico cerca de las costas rusas después de que el expresidente ruso, Dmitri Medvédev, sugiriera en las redes sociales un posible apocalipsis nuclear.

Ambas potencias consideran obsoleto el actual sistema de control de armamento estratégico, ya que no incluye a China, pero tampoco a Francia y el Reino Unido, Corea del Norte, India, Pakistán o Israel, los integrantes del oficioso club nuclear.

Putin hizo el papel de zar que escucha pacientemente los consejos de sus asesores, entre los que el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor y el presidente de la Duma abogaron por realizar cuanto antes pruebas nucleares.

Les siguieron diputados y senadores, que instaron al jefe del Kremlin a demostrar a los occidentales que con Rusia no se puede hablar con un lenguaje de sanciones, de lo contrario Moscú recurrirá al mazo nuclear.

Como reacción, el líder ruso optó por una variante entre salomónica y contradictoria: mantener la moratoria mientras EE.UU. haga lo mismo y pedir un informe al Gobierno sobre la necesidad de reanudar los ensayos nucleares.

Por su parte, Trump aclaró que ha pedido al Departamento de Guerra realizar pruebas de armas nucleares en igualdad de condiciones que Rusia y China.

“Realmente odio hacerlo, pero no tengo opción”, afirmó.

El secretario de Energía, Chris Wright, contribuyó más a la confusión al asegurar en una entrevista en Fox que la orden de Trump no incluye por ahora pruebas explosivas.

Wright agregó que las pruebas de las que estamos hablando son pruebas de sistema. De hecho, Estados Unidos realizó un lanzamiento de prueba con un misil intercontinental Minuteman III desde una base militar en California.

El Kremlin mantiene que los lanzamientos del misil de crucero Burevéstnik y el sumergible no tripulado Poseidón, ambos de propulsión nuclear, que tan nerviosos pusieron a Washington, no fueron en ningún caso pruebas nucleares.

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