Desde que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump trastocó la política exterior de Estados Unidos, sacudió los mercados y transformó la Oficina Oval en escenario de continuos “happenings”.
Durante estos 100 días, Donald Trump ha tenido varios accidentados sucesos. Apenas asumió, Trump se presentó en la Casa Blanca, bolígrafo en mano, para firmar decreto tras decreto. Promulgó 26, todo un récord para un primer día.
También durante una reunión en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump afirmó que Estados Unidos tomaría el control de la Franja de Gaza, sacaría a los palestinos del territorio y lo reconstruiría como la “Riviera del Medio Oriente”.
Tres semanas después, publicó un video creado con inteligencia artificial que mostraba una Gaza imaginaria transformada en un balneario en su honor.
Uno hecho por demás controvertido, se presentó cuando fue Elon Musk, convertido en asesor cercano del presidente, y quien apareció en la sede simbólica del poder en Estados Unidos con su hijo de cuatro años sobre sus hombros, para explicar las acciones de su comisión encargada de recortar el gasto público.
Trump rompió el aislamiento diplomático del presidente Vladimir Putin, convertido en un paria entre los dirigentes políticos occidentales, al mantener con él una conversación telefónica de 90 minutos.
Sin embargo, hasta ahora los pedidos de una tregua en la guerra entre Rusia y Ucrania han caído en oídos sordos. El acercamiento entre Moscú y Washington ha permitido, eso sí, dos intercambios de prisioneros desde febrero.
En la Conferencia Anual de Seguridad de Múnich, el vicepresidente estadounidense J.D. Vance sorprende a los europeos al declarar que la libertad de expresión está en declive en Europa y que esto le preocupa más que la amenaza rusa o china.
Desde entonces, la administración Trump ha hecho numerosos comentarios despectivos sobre los europeos, acusándolos de ser unos “aprovechadores”.
Ya desde antes de su visita a la Casa Blanca, las relaciones entre el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y Trump estaban deterioradas.
En la Oficina Oval, acorralado por el vicepresidente Vance, Zelenski debió resignarse a soportar una agresión verbal de una violencia inusual. El apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania parecía pender de un hilo.
La administración Trump ha acusado a varias universidades estadounidenses de permitir el antisemitismo durante las manifestaciones pro palestinas contra la guerra en Gaza.
El 7 de marzo Trump anunció la supresión de 400 millones de dólares en subvenciones a la universidad de Columbia, seguido de la detención con fines de deportación de uno de los líderes de las protestas en esa institución, un extranjero con residencia legal en Estados Unidos.
Recurriendo a una ley del siglo XVIII solo utilizada en tiempos de guerra, la administración Trump expulsó a El Salvador a más de 200 migrantes venezolanos y salvadoreños.
Estos migrantes, a los que acusa de pertenecer a pandillas que clasificó como “organizaciones terroristas”. Quedaron recluidos en una cárcel de máxima seguridad. La medida fue impugnada ante la justicia y el caso de un salvadoreño expulsado por “error” llegó a la Corte Suprema.
Desde que regresó al poder, Trump ha mostrado ambiciones expansionistas: recuperar el control del Canal de Panamá, convertir a Canadá en el estado 51 de la Unión, tomar el control de Groenlandia, aunque eso suponga tensionar al máximo las relaciones con Dinamarca, se han convertido en objetivos de su política exterior.
Antes de la anunciada visita del vicepresidente Vance al territorio ártico, Trump ratificó que Estados Unidos necesita a Groenlandia. Vance no fue recibido por ningún gobernante local y únicamente visitó la base militar estadounidense en Pittufik.
El 2 de abril, Trump cumplió su amenaza de imponer aranceles recíprocos a decenas de países acusados de especular con Estados Unidos, lo que desencadenó una guerra comercial.
En los jardines de la Casa Blanca, presentó una tabla de tasas adicionales impuestas país por país: 10% mínimo, 20% para la UE y 34% para China. Los mercados bursátiles mundiales se desplomaron.
El 9 de abril, día en que debían entrar en vigor los nuevos gravámenes, Trump anunció una pausa de 90 días, excepto para China. A ese país le impuso aranceles adicionales de 145%, lo cual eleva el total impositivo a hasta 245% para algunos productos, incluidos los coches eléctricos.