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Durante mucho tiempo, los médicos afirmaron que la deportista padecía de colitis cuando en realidad ella estaba enferma de cáncer.

La pugilista inglesa Georgia O’Connor falleció de manera lamentable a los 25 años de edad, truncando una prometedora carrera en el mundo del boxeo.

Pero este acontecimiento no debería de ser tan polémico como lo es, ya que tiempo antes de perder la vida, la joven señaló que los médicos le dieron un diagnóstico tardío, pues le habrían detectado un cáncer que fue encubierto con otra enfermedad y no pudo atenderse a tiempo.

Pero el inicio de la historia es muy trágico, porque en enero de 2025, acusó al Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña de no darle su diagnóstico de cáncer a tiempo, acusándolos de engañarla y de no hacer nada, pues informó mediante su Instagram que ella por mucho tiempo mantuvo la sospecha de que padecía cáncer, pero los médicos se negaron a realizarle hasta una ecografía, tachándola de exagerada.

“Podrían haber hecho algo antes de que llegara a este punto, pero no lo hicieron”.

Lamentablemente, el equipo médico le detectó cáncer 17 semanas después, pero desafortunadamente era tarde y la enfermedad estaba avanzada. “Ni un solo médico me hizo los escáneres o análisis de sangre que pedí mientras lloraba en el suelo de agonía… “Son ratas incompetentes absolutas”.

Fue el 9 de mayo del 2025 cuando Georgia O’Connor se casó en una celebración que se planeó con meses de anticipación y sin saber que padecía cáncer. Pero, por desgracia, la enfermedad le ganó la batalla y ella no pudo ni tratar de noquearla, porque fue el 22 de mayo cuando tuvo que dejar atrás sus grandes sueños de convertirse en una boxeadora mundial.

Tras comenzar a padecer dolores inimaginables, y al tener conocimiento de que padecía, de acuerdo a los médicos, colitis ulcerosa, fue revisada por los galenos, y tras algunas semanas los doctores le diagnosticaron cáncer en etapa terminal y no colitis ulcerosa como se le había informado.

Estuvo 17 semanas creyendo que podía sobreponerse, pues nadie le dijo que su vida estaba en riesgo como se le informó tiempo después; este no era el único problema de salud, porque tuvo un aborto en medio del diagnóstico de cáncer.

“Los últimos meses han sido una montaña rusa. Estuve embarazada de un bebé precioso, sufrí un aborto espontáneo y luego me diagnosticaron un cáncer ‘incurable’. “¡Pero todavía me siento en la cima del mundo!”, aseguró.

Sus publicaciones de Instagram se han llenado de mensajes de despedida, además de que varias personas han expuesto al Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña por casos similares. La famosa será recordada por siempre como una boxeadora impecable, una mujer muy disciplinada y una persona con pasatiempos como la música y los viajes.

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