En el 2024, la onda de calor en el país asiático provocó la muerte de al menos 30 personas.
Se ha informado que el gobierno de Japón obligará a las empresas a que cuiden de sus trabajadores para evitar que sufran de un golpe de calor, que el año pasado provocó la muerte de 30 personas.
Para evitar estos problemas se aplicarán normas más estrictas en Japón que harán que los empleadores sean multados si no toman las precauciones adecuadas para proteger a los trabajadores de las temperaturas extremas.
La legislación entró en vigor este principio de junio, y es un ejemplo excepcional a nivel mundial de una política nacional sobre seguridad contra el calor para los empleados, y se produce tras 30 muertes en el lugar de trabajo y aproximadamente 1200 lesiones el año pasado, todas asociadas con las altas temperaturas, según datos del Ministerio de Salud.
La mayoría de los afectados trabajaban en la construcción o la industria manufacturera, por lo que el gobierno japonés tomó medidas para reforzar las protecciones tras el calor abrasador del verano pasado, que incluyó las temperaturas más altas registradas en julio, según informó el ministerio en un comunicado.
Las empresas se enfrentarían a posibles sanciones, incluyendo multas de 500 mil yenes (3 mil 475 dólares) si las medidas no son suficientes.
El golpe de calor es una afección potencialmente mortal causada por una temperatura corporal peligrosamente alta que puede provocar graves daños a los órganos si no se trata con rapidez.
Además de los impactos en la salud pública, el aumento de las temperaturas puede afectar la productividad laboral, y existe una creciente preocupación por el impacto económico que las olas de calor tienen en las economías.
La legislación japonesa exige a los empleadores implementar protocolos para detectar y ayudar rápidamente a los trabajadores que presenten síntomas de golpe de calor.
Las políticas incentivan a las empresas a implementar un sistema de compañeros de trabajo, distribuir dispositivos portátiles para monitorear al personal y proporcionar transporte de emergencia a hospitales o clínicas.