Los malos comienzos en las finales de Grand Slam no son nada nuevo para Carlos Alcaraz, y cada vez que ha sucedido, ha ganado el torneo.

Pero no de forma tan dramática como en la final de Roland Garros, cuando el español remontó dos sets y salvó tres puntos de partido para vencer al número uno del ranking, Jannik Sinner, por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3), 7-6 (10-2), logrando así su quinto título de Grand Slam en otras tantas finales.

Fue el segundo título consecutivo de Roland Garros para Alcaraz con una remontada, tras ir perdiendo 2-1 en sets ante Alexander Zverev en la final del año pasado, y su tercer título de Grand Slam tras remontar, tras su victoria en cinco sets contra Novak Djokovic en la final de Wimbledon 2023.

“Cuando las cosas te son adversas, hay que seguir luchando. Es una final de Grand Slam, no es momento de cansarse ni de rendirse”, dijo Alcaraz.

Al lograr una de las mayores remontadas en la historia del torneo sobre tierra batida, emuló la hazaña de Djokovic en la final de Roland-Garros de 2021, cuando el ahora 24 veces ganador de Grand Slams remontó dos sets en contra para vencer a Stefanos Tsitsipas.

Pues después de 3 horas y 43 minutos, Sinner tuvo su primer punto de partido. Pero con poco más de cinco horas desde el inicio del partido, Alcaraz sacó para el título con una ventaja de 5-4.

Sinner realizó una recuperación notable de otra magnífica dejada de Alcaraz. En el límite de sus posibilidades, Sinner deslizó la pelota por encima de la red, que aterrizó con la suavidad de una hoja de otoño, fuera del alcance de Alcaraz, poniendo el marcador en 15-40.

Cuando Sinner ganó el juego para poner el 5-5, le tocó a él aprovechar los aplausos y se quedó a dos puntos de la victoria en el duodécimo juego, con Alcaraz al servicio, 15-30 y en empate.

Pero Alcaraz conectó un revés cruzado impresionante para poner el 6-6 y forzar el tiebreak, con el público enloquecido cuando el ganador cruzado de Alcaraz puso el 4-0.

Alcaraz ganó el partido con un magnífico pase de derecha paralelo, se echó de espaldas para celebrar y corrió a bailar y abrazar a los compañeros en su palco.

A pesar de haber perdido la oportunidad de ganar otro major, Sinner demostró un gran espíritu deportivo al darle a Alcaraz el punto para una ventaja de 30-0 en el undécimo juego.

Alcaraz conectó 70 golpes ganadores, en comparación con los 53 de Sinner, quien podría haber sentido que era un déjà vu.

Sinner parecía encaminarse hacia la victoria, pero Alcaraz, número 2 del ranking, reaccionó. Tras asegurar el tercer set con una volea a la red, se paró en el centro de la cancha, agitando el puño en señal de celebración.

Una de las finales más grandiosas de la historia del Abierto de Francia apenas comenzaba.