Once pacientes fueron trasladados a un hospital estatal cercano, mientras que los 64 restantes fueron acogidos por familiares o alojados en centros estatales.
Seis personas fueron arrestadas en una localidad búlgara bajo sospecha de golpear y drogar a pacientes en una residencia privada para personas mayores, con demencia u otros problemas de salud mental, informaron las autoridades.
Al igual que en otras partes de Europa, los ingresos en Bulgaria no han podido compensar el aumento de los costos de la atención a personas mayores y a personas con problemas de salud mental, y algunos proveedores han explotado a pacientes vulnerables con niveles de atención deficientes o incluso abusivos.
“Lo más aterrador que vimos fue a personas sometidas a constantes maltratos físicos: atadas, golpeadas, y también hay evidencia de drogadicción”, declaró Ivan Krastev, viceministro de Trabajo y Política Social, a Nova TV.
La policía allanó un hospicio con 75 residentes en la localidad de Yagoda, en el centro del país, y arrestó a cinco personas sospechosas de maltratar a los pacientes, y a otra el domingo.
Se les acusa de encarcelamiento ilegal y obstrucción de la libre circulación, falta de asistencia debida a una persona en peligro, violencia física y lesiones corporales, según declaró a la prensa la fiscal de distrito Tanya Dimitrova el lunes.
Once pacientes fueron trasladados a un hospital estatal cercano, mientras que los 64 restantes fueron acogidos por familiares o alojados en centros estatales.
Medios de comunicación búlgaros informaron que algunos pacientes fueron encontrados con los pies atados, bajo los efectos de narcóticos o encerrados en habitaciones sin higiene, ropa de cama ni contacto con el exterior adecuados.
“Nos encierran como perros. Nos dan dos rebanadas de pan y con este calor no abren la puerta para que entre el aire, por miedo a que escapemos”, declaró Milka Raeva, una paciente de 70 años, a BTV TV.
“Fueron cuatro años muy difíciles. Dios me ayudó. Mucha gente murió de hambre, sin médicos, con heridas, atada”. Los medios de comunicación búlgaros informaron que el centro cobraba 580 dólares al mes por habitación. Otra residencia de ancianos ilegal en Govedartsi, con 23 pacientes, fue clausurada.