La política antiinmigrante ha provocado despidos masivos, granjas paralizadas y obras detenidas
Con la intensificación de redadas y amenazas por parte del gobierno federal de Estados Unidos se están vaciando sectores esenciales como la agricultura, la construcción, el turismo y la industria alimentaria, advierten empresarios y expertos.
Pero sumando a ello, se están frenando el crecimiento económico, estas acciones están siendo utilizadas, según denuncias, para despedir sin compensación a trabajadores con décadas de experiencia.
El director ejecutivo de la Asociación de Ganaderos de Kansas, Matt Teagarden señaló enojado que ICE no sabe como opera una granja, y perder más de la mitad de la fuerza de trabajo en cuestión de horas hace imposible operar un negocio, lamentó.
El temor a ser deportados ha provocado que incluso trabajadores con permisos vigentes se oculten, por temor a que sus familiares indocumentados sean detenidos.
Empresas de todo el país encargadas de la construcción reportan ausencias masivas, lo que retrasa proyectos y eleva costos, según Jim Tobin, presidente de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas.
El gobierno afirma que su objetivo son los inmigrantes indocumentados, que representan el 4% de la fuerza laboral del país, las medidas también están afectando a estudiantes con visa, refugiados y trabajadores con permisos temporales.
Tenemos una opción: o usamos trabajadores importados o importamos los alimentos, afirmó Teagarden, quien pide una reforma migratoria urgente para sostener la producción nacional.
Un reciente estudio del Banco de la Reserva Federal de Dallas advierte que las restricciones migratorias podrían reducir el crecimiento económico de Estados Unidos en casi un punto porcentual este año. Se espera que el PIB crezca apenas 1.5% en 2025, frente al 3% anual de los dos años anteriores.
Se han dado despidos masivos en fábricas y grandes corporaciones. Algunas empresas están aprovechando el miedo para despedir sin indemnización a padres y madres con más de 20 años de antigüedad.
La situación se extiende a grandes corporaciones. Empresas como Disney, Walmart, Amazon y Nestlé han comenzado a despedir a trabajadores inmigrantes (regulares e indocumentados) presionadas por el endurecimiento de la política federal. La pérdida de mano de obra afecta directamente la producción de industrias clave.









