Japón ha presentado la película para la categoría de largometraje internacional en los Premios de la Academia.
Una película de tres horas sobre el esotérico mundo del Kabuki está arrasando en la taquilla japonesa, con entradas agotadas en algunos cines.
“Kokuho”, que significa “tesoro nacional”, ya ha recaudado 68 millones de dólares, convirtiéndose en la segunda película japonesa de acción real más taquillera de todos los tiempos y la primera en lograrlo en más de dos décadas.
Está protagonizada por los galanes Ryo Yoshizawa y Ryusei Yokohama, quienes interpretan a antiguos rivales y almas gemelas. Ambos son actores de Kabuki “onnagata”, lo que significa que se especializan en papeles femeninos, desde hermosas princesas hasta damiselas en apuros.
Lucen deslumbrantes y convincentes, tras meses de entrenamiento con un verdadero actor de Kabuki.
Japón ha presentado la película para la categoría de largometraje internacional en los Premios de la Academia. La lista de las 15 películas que conforman las nominaciones finales se anunciará el 16 de diciembre.
“Kohuko” tuvo una acogida favorable en el Festival de Cine de Cannes. Ha sido vista 7,4 millones de veces en sus primeros 73 días en los cines japoneses, muchos de ellos repitiendo.
La trama de “Kokuho” explora temas recurrentes como la familia y las duras dificultades de ser artista, con la intensa pero onírica vida del actor de kabuki como telón de fondo.
También rinde homenaje a las películas de yakuza de la vieja escuela, así como indirectamente a las películas de gánsteres occidentales, como “El Padrino”, ya que uno de los héroes es hijo de un gánster.
En resumen, no es el tipo de material que suele triunfar en Japón, donde los éxitos de taquilla llenos de acción, la animación basada en populares cómics manga o los espectaculares efectos especiales han atraído al público en el pasado.
Pero la temática de la película explora algo intrínsecamente japonés y toca la fibra sensible en un país donde la introspección sobre el orgullo nacional está en auge en medio de la percepción generalizada de que la influencia económica y política está en declive.
La película está dominada por escenas de kabuki, una forma de arte que data del siglo XVII y que combina danza estilizada y actuación con música en vivo. Se ha estereotipado como dirigida a la gente mayor, mientras que las generaciones más jóvenes recurren a formas de entretenimiento occidentales y modernas como bandas juveniles, partidos de béisbol y servicios de streaming.
En el kabuki, todos los papeles son interpretados por hombres, con maquillaje espeso y kimonos elaborados, que interpretan diálogos monótonos en historias de intriga y violencia ambientadas en la era samurái.
La película muestra los deslumbrantes elementos esotéricos del kabuki, como el backstage donde los actores se maquillan con las yemas de los dedos, o el aleteo de copos de nieve de papel o pétalos de flores sobre el escenario.
Las reacciones de la gente fueron diversas, y cada uno pareció obtener algo ligeramente diferente. El éxito de la película ha despertado el interés por el libro superventas de dos volúmenes de Shuichi Yoshida, en el que se basa. Yoshida trabajó como tramoyista durante varios años para aprender el funcionamiento del Kabuki.
La película ha sido llevada a la gran pantalla por el aclamado director Sang-il Lee, cuyos créditos incluyen la premiada película de 2007 “Hula Girls” y la serie de Apple TV de 2022 “Pachinko”, así como la versión en japonés de “Los imperdonables” de Clint Eastwood.