El Papa León XIV habló de la tragedia durante su discurso semanal del miércoles.
Equipos de búsqueda recuperaron alrededor de 100 cadáveres de una aldea remota que se teme haya sido arrasada por un devastador deslizamiento de tierra durante el fin de semana en la región occidental de Darfur, Sudán, según informó un grupo rebelde.
Mohamed Abdel-Rahman al-Nair, portavoz del Ejército del Movimiento de Liberación de Sudán, declaró a The Associated Press que la operación de recuperación tuvo lugar el martes y que las labores de búsqueda estaban en marcha a pesar de la falta de recursos y equipo.
También indicó que la cifra de muertos por el deslizamiento de tierra del 31 de agosto en Tarasin, en las montañas de Marrah, podría ascender a 1.000.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó que el número de muertos y la magnitud de la tragedia aún no se han confirmado, ya que la zona afectada era “extremadamente difícil de alcanzar”.
La ONU ha declarado que entre 300 y 1000 personas podrían haber perdido la vida en el deslizamiento de tierra y que se han movilizado esfuerzos para apoyar la zona afectada, ubicada a más de 900 kilómetros (560 millas) al oeste de la capital, Jartum.
El Papa León XIV habló de la tragedia durante su discurso semanal del miércoles, afirmando que ha dejado atrás dolor y desesperación.
Pidió una respuesta coordinada para detener esta catástrofe humanitaria e iniciar un diálogo serio, sincero e inclusivo entre las partes para poner fin al conflicto y restaurar la esperanza, la dignidad y la paz al pueblo de Sudán.
Arjimand Hussain, Gerente Regional de Respuesta de Plan International, una de las pocas ONG que operan en Darfur, afirmó que el grupo, junto con la ONU, planea enviar equipos a Tarasin en los próximos días, pero el despliegue es difícil debido a las fuertes lluvias que impiden el acceso a las carreteras.
“Toda la comunidad humanitaria se siente impotente en este momento”, declaró. La región de las montañas Marrah es una zona volcánica con una altitud de más de 3.000 metros (9.840 pies) en su cima. La cadena montañosa es patrimonio de la humanidad y es conocida por sus temperaturas más bajas y precipitaciones más abundantes que sus alrededores, según UNICEF.
La tragedia del domingo fue la última que azota a Sudán en medio de su devastadora guerra civil. El país se ha visto azotado por la hambruna y brotes de enfermedades, incluido el cólera, que se cobró la vida de cientos de personas este año.
La guerra comenzó en abril de 2023 cuando las intensas tensiones entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar, estallaron en combates abiertos en Jartum y otras partes del país.









