Al menos 11 personas murieron y más de 30 resultaron heridas tras una estampida ocurrida cuando la multitud intentaba entrar en un estadio de críquet en el estado de Karnataka, en el sur de India, informaron las autoridades.

La avalancha se produjo cuando decenas de miles de aficionados al críquet se congregaron frente al Estadio M. Chinnaswamy en la ciudad de Bengaluru para celebrar a los ganadores de la Liga Premier India, el torneo de críquet T20 más popular del mundo.

El ministro principal del estado de Karnataka, Siddaramaiah, quien solo usa un nombre, declaró que la multitud intentó romper una de las puertas del estadio y entrar para participar en las celebraciones.

Once personas murieron y otras 33 resultaron heridas, indicó Siddaramaiah, quien agregó que la mayoría de los heridos se encontraban estables y recibían tratamiento en hospitales.

“En un momento de celebración, este lamentable suceso no debió haber ocurrido. Nos entristece”, declaró a la prensa.

Los aficionados al críquet salieron a celebrar el primer título de la Indian Premier League de Royal Challengers Bengaluru el martes. El equipo regaló pases gratuitos a los aficionados para el evento a través de su sitio web y les instó a seguir las directrices establecidas por la policía y las autoridades. El equipo, en un comunicado, expresó su profunda consternación.

Los canales de televisión locales mostraron a algunas personas tendidas en el suelo y a personal de emergencias subiéndolas a ambulancias, mientras continuaban las celebraciones dentro del estadio.

D.K. Shivakumar, viceministro principal del estado de Karnataka, declaró a la prensa que la multitud era incontrolable. La Junta de Control del Críquet en India, organizadora de la IPL, calificó el incidente de desafortunado en un comunicado.

El primer ministro indio, Narendra Modi, calificó el incidente de desgarrador y expresó su apoyo a quienes han perdido a sus seres queridos.

Las estampidas son relativamente comunes en India cuando se reúnen grandes multitudes. En enero, al menos 30 personas murieron cuando decenas de miles de hindúes se apresuraron a bañarse en un río sagrado durante el festival Maha Kumbh, la mayor reunión religiosa del mundo.