Más de 5 millones de personas enfrentaban niveles críticos de hambre y más de 900.000 personas enfrentaban condiciones de hambre de emergencia
Al menos 120 niños han sido secuestrados por insurgentes yihadistas en el norte de Mozambique en los últimos días, según informó Human Rights Watch el martes, advirtiendo sobre un aumento de los secuestros en la conflictiva provincia de Cabo Delgado.
De acuerdo a los informes, los niños están siendo utilizados por un grupo vinculado al Estado Islámico, conocido localmente como Al Shabab, para transportar bienes saqueados, realizar trabajos forzados y, en algunos casos, servir como niños soldados o ser obligados a contraer matrimonio.
Mozambique ha estado combatiendo la insurgencia islamista en Cabo Delgado desde 2017. Las fuerzas gubernamentales han tenido dificultades para contener la violencia, con el apoyo de las tropas enviadas por Ruanda, Sudáfrica y otros socios regionales.
Según Naciones Unidas, la violencia ha desplazado a más de 600.000 personas y se ha extendido a las provincias vecinas.
Human Rights Watch afirmó que en los últimos dos meses se ha producido un resurgimiento de los ataques y secuestros de niños y pidió al gobierno de Mozambique que redoble sus esfuerzos para encontrar a los niños y prevenir nuevos secuestros.
Los problemas en Cabo Delgado quedaron eclipsados en gran medida por las mortíferas y prolongadas protestas postelectorales del año pasado en Mozambique. Cabo Delgado también ha sido azotado por varios ciclones recientes y afectado por los recortes a la ayuda exterior del presidente estadounidense Donald Trump.
El secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland, visitó Cabo Delgado este mes y describió la situación en el norte de Mozambique como una crisis desatendida.
“Las crisis climáticas, el aumento de la violencia y la espiral de hambre están teniendo un impacto terrible en la población”, declaró Egeland.
El NRC dijo que más de 5 millones de personas enfrentaban niveles críticos de hambre y más de 900.000 personas enfrentaban condiciones de hambre de emergencia.