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Esta medida constituirá un segundo pilar de la disuasión nuclear británica

El gobierno británico anunció la compra de una docena de aviones de combate F-35A, capaces de disparar armas nucleares tácticas, en lo que describió como la mayor expansión de su disuasión nuclear en una generación.

La compra de los aviones de Lockheed Martin permitiría a la fuerza aérea británica portar armas nucleares por primera vez desde el final de la Guerra Fría, según declaró Downing Street.

“En una era de incertidumbre radical, ya no podemos dar por sentada la paz, por lo que mi gobierno está invirtiendo en nuestra seguridad nacional”, declaró el primer ministro Keir Starmer en un comunicado.

Gran Bretaña está aumentando el gasto en defensa y modernizando sus fuerzas militares, incluida su flota de submarinos, ante la creciente hostilidad de Rusia y el retroceso de Estados Unidos en su papel tradicional como defensor de la seguridad europea.

El gobierno británico afirmó que la compra de los aviones le permitiría aportar a la OTAN los llamados aviones de doble capacidad para transportar armas nucleares en caso de conflicto.

La disuasión nuclear británica se basa actualmente únicamente en el sistema Trident, basado en submarinos, que falló durante una prueba el año pasado, el segundo fallo consecutivo tras una desviada en 2016.

Las armas nucleares tácticas están diseñadas para su uso en el campo de batalla, a diferencia de las armas estratégicas, diseñadas para dispararse a grandes distancias.

Con la compra de los cazas F-35A, Gran Bretaña podría diversificar sus opciones militares y alinearse más estrechamente con aliados de la OTAN como Francia y Estados Unidos, que mantiene capacidades nucleares terrestres, marítimas y aéreas.

Los cazas F-35A son capaces de transportar armas nucleares tácticas estadounidenses B61. Gran Bretaña probablemente necesitaría que Estados Unidos suministrara esas armas para su uso en los aviones, según declaró un funcionario británico que prefirió no ser identificado.

Estados Unidos retiró sus últimas armas nucleares de Gran Bretaña en 2008, una señal en aquel momento de que la amenaza de conflicto tras el fin de la Guerra Fría estaba disminuyendo.

Downing Street afirmó que la compra de los nuevos aviones respaldaría unos 20.000 empleos en Gran Bretaña y subrayaría su compromiso con la OTAN.

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