El viaje del emperador a Mongolia será el segundo desde que visitó el país en 2007 como príncipe heredero.
El emperador de Japón, Naruhito, anunció que, durante su visita al país la próxima semana, honrará a miles de prisioneros japoneses de la Segunda Guerra Mundial que estuvieron retenidos en duras condiciones en Mongolia.
Para conmemorar el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Naruhito ha visitado algunos de los lugares donde ocurrieron las batallas y bombardeos más sangrientos, como Iwo Jima, Okinawa e Hiroshima. Esto forma parte de su esfuerzo por expiar y recordar la tragedia de la guerra librada en nombre de su abuelo, el emperador Hirohito.
“Rinderé homenaje al pueblo japonés que murió involuntariamente en tierras lejanas, lejos de su hogar, y recordaré sus penurias”, declaró Naruhito en una conferencia de prensa previa a su viaje a Mongolia del 6 al 13 de julio. Su esposa, la emperatriz Masako, exdiplomática y educada en Harvard, lo acompañará.
Justo antes del fin de las hostilidades en 1945, la Unión Soviética declaró la guerra a Japón, llevando a la mayoría de los aproximadamente 575.000 prisioneros de guerra japoneses a Siberia. Sin embargo, entre 12.000 y 14.000 de ellos fueron llevados a Mongolia, que luchaba junto a los soviéticos contra Japón.
La mayoría de los prisioneros de guerra fueron sometidos a trabajos forzados y a trabajos de construcción para la sede del gobierno mongol, una universidad estatal y un teatro que aún se conservan en la capital, Ulán Bator. Los prisioneros trabajaron en duras condiciones y con escasez de alimentos. Los registros japoneses muestran que alrededor de 1.700 de ellos murieron en Mongolia.
“Al conmemorar el 80.º aniversario del fin de la guerra este año, nunca debemos olvidar el dolor y la tristeza del pueblo”, dijo Naruhito. “Creo que es importante no olvidar a los que murieron, profundizar la comprensión del pasado bélico y cultivar un espíritu de paz”. Naruhito ha insistido repetidamente en la importancia de contar la tragedia de la guerra a las generaciones más jóvenes, comprometiéndose a contribuir a los esfuerzos para promover la comprensión de la historia y la determinación por la paz.
El viaje del emperador a Mongolia será el segundo desde que visitó el país en 2007 como príncipe heredero para conmemorar el 35.º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países.