Los cocodrilos fueron traídos inicialmente a la ciudad de Petzael como atracción turística.
Una manada de cocodrilos, traída hace décadas a un asentamiento israelí en Cisjordania, está llegando a su fin. Las autoridades están sacrificando a los reptiles tras años de repetidas fugas de una granja abandonada.
Las autoridades israelíes informaron que veterinarios del gobierno sacrificaron a los cocodrilos porque amenazaban a los residentes de la zona y sufrían un trato inhumano. El número exacto de cocodrilos sacrificados y el método de sacrificio no se conocieron de inmediato.
“Los cocodrilos del Nilo de la granja se mantenían en un recinto abandonado en condiciones precarias que constituyen maltrato animal, con acceso insuficiente a alimentos, lo que los había llevado a comportamientos caníbales”, declaró COGAT, el organismo de defensa israelí que administra los asuntos civiles en Cisjordania.
Los cocodrilos fueron traídos inicialmente a la ciudad de Petzael como atracción turística, una aventura comercial que se vio frustrada por la violencia entre Israel y los palestinos en la Cisjordania ocupada.
Posteriormente, fueron adquiridos por un empresario que esperaba vender su piel. Su destino ha sido una incógnita desde que Israel, en 2012, aprobó una ley que clasifica a los reptiles como animales protegidos y prohíbe su cría para la venta como carne o mercancía.
COGAT dijo que las autoridades habían gastado cientos de miles de shekels israelíes (más de 29.000 dólares) para volver a cercar la granja en ruinas, que se encontraba en mal estado desde que fue cerrada en 2013. Dijo que se consultó a veterinarios sobre cómo exterminar humanamente a los animales.









