El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, inauguró formalmente el sistema integrado de defensa aérea de Turquía, conocido como “Cúpula de Acero”, que describió como un hito para el país y su industria de defensa.

“Estos sistemas son una demostración de fuerza para Turquía”, declaró Erdogan en un evento en las instalaciones de la contratista de defensa Aselsan en Ankara. “En defensa aérea, estamos marcando el comienzo de una nueva era para nuestra querida Turquía”.

El gobierno de Erdogan anunció en agosto del año pasado el inicio del desarrollo de la Cúpula de Acero, que integra plataformas y sensores de defensa aérea terrestres y marítimos en una red para proteger los cielos de Turquía.

Erdogan afirmó que la última etapa del proyecto consistió en 47 vehículos con un valor de 460 millones de dólares que inspirarán confianza en nuestros aliados y temor en nuestros enemigos. El gobierno no ha dicho exactamente cuándo estará completamente operativo el sistema.

“Ningún país que no pueda desarrollar su propio radar y sistema de defensa aérea puede mirar hacia el futuro con confianza ante los desafíos de seguridad actuales, especialmente en nuestra región”, declaró Erdogan.

Turquía había buscado reforzar sus defensas aéreas adquiriendo sistemas de misiles S-400 a Rusia en 2019. Sin embargo, esa medida implicó el inicio del programa de aviones furtivos F-35, liderado por Estados Unidos, lo que supuso un revés para los objetivos de defensa de Ankara.

Los conflictos cercanos en Siria y Ucrania, así como los recientes ataques de Israel contra Irán, han acentuado la necesidad de desarrollar mejores defensas aéreas.

El presidente también inauguró nuevas instalaciones de producción en Aselsan, cuya apertura está prevista para 2026. Turquía ha invertido fuertemente en su industria de defensa, buscando la autosuficiencia en armas desde que fue sometido a un embargo de armas por parte de los Estados Unidos en respuesta a la invasión de Chipre en 1974.